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Andratx, el pueblo que vio nacer a Baltasar Porcel y que ha sido uno de los referentes en su obra literaria, le despidió ayer con un acto civil, que precedió a su entierro. Los textos del escritor, acompañados de dos piezas musicales, fueron el hilo conductor de un acto que se celebró en la Clastra del Castell de Son Mas, sede del ayuntamiento.

El último adiós al hijo ilustre de la localidad, fallecido el miércoles a los 72 años, reunió a familiares, amigos y vecinos suyos, que estuvieron acompañados de representantes de las instituciones y del mundo de la cultura de Balears y Catalunya. El acto, que estaba abierto al público y se celebró bajo un intenso sol, comenzó con las palabras de la alcaldesa de Andratx, Isabel Alemany, que recordó a Porcel como un hombre «que recorría el mundo pero siempre volvía a casa, donde, según decía, se recargaba de energía». Además, destacó su pasión por «los amigos, la tierra, la familia y la cultura».

Tras la interpretación de la Sibil·la, a cargo de Margarita Rodríguez, nueve personas leyeron textos. Entre ellas se encontraban Maria Àngels Roque, viuda del literato, y sus hijos Violant y Baltasar Alexandre.

La representación institucional balear estuvo encabezada por el president del Govern, Francesc Antich; la consellera de Educació i Cultura, Bàrbara Galmés y el conseller de Turisme, Miquel Nadal.

No faltó el ex president de la Generalitat Jordi Pujol, buen amigo de Porcel. La representación oficial catalana estuvo liderada por el conseller de Cultura i Mitjans de Comunicació, Joan Manuel Tresserras y el alcalde de Sant Cugat, municipio donde residía Porcel. Por su parte, el mundo de las letras estuvo representado por escritores como Maria de la Pau Janer, Gabriel Janer Manila, Pere Antoni Pons, Pere Morey, Miquel Segura, y poetas como Josep Lluís Aguiló, Àlex Volney y Paco Verdú.