CELIA HEREDIA

«Nosotros queríamos contar con todas las partes del tejido cultural de las islas, ese no era ni nuestro espíritu ni nuestra intención. Todo fue un error involuntario», así respondió ayer la directora adjunta del Institut Ramon Llull (IRL) en Balears, Fanny Tur, al comunicado que envió la asamblea del Gremi d´editors de Balears, donde exponían su «sorpresa y decepción» al no haber sido invitados el pasado martes a la inauguración de la nueva sede de la entidad de promoción cultural en Balears. Y en el que también se quejaban de la actuación del Govern balear «por la falta de inversión a los editores que tanto hemos aportado y aportamos a la cultura escrita».

Por su parte, Tur, en cuanto tuvo conocimiento del comunicado, se puso en contacto con el gremio y pidió disculpas. «La invitación salió del Llull, pensó que era mejor enviar una invitación colectiva al gremio para evitar que si las enviaba de forma particular, ninguno se quedara sin asistir», así se lo comunicó Tur a Gracià Sánchez, miembro de la junta de la entidad. «Sería incoherente que una entidad dedicada a la difusión cultural de las islas se olvidara de invitar a uno de nuestros sectores más valiosos, que no es otro, que el de la cultura escrita», aseguró Gracià, que, ante el desconocimiento de este error de logística por parte del IRL, durante la mañana de ayer se reunió con nueve de los trece editores de esta organización para elaborar el comunicado, en el que expresaban su malestar.

«Queremos que todo el mundo se sienta identificado con el Llull», aseguró Tur, palabras que reafirman la intención de la entidad de «convertir la entidad en un instrumento de promoción de los autores y creadores fuera del ámbito lingüístico».