Se suponía que ésto no podía pasar». Estas fueron algunas de las primeras palabras que la actriz británica Kate Winslet pronunció tras recibir dos Globos de Oro en la ceremonia celebrada el pasado domingo en Los Angeles y que le abren de par en par las puertas hacia su ansiado primer Oscar. Los corresponsales de la prensa extranjera destinados en Hollywood saldaron, y por partida doble, una deuda que, pese a la juventud de la protagonista (nació en 1975), acumulaba ya cinco candidaturas a estos galardones y tiene en su poder otras cinco no premiadas a los Oscar.

El lector y Revolutionary Road (dirigida esta última por su marido, Sam Mendes) son sus credenciales para el que se supone será su asalto definitivo al Olimpo de los actores. Juegos secretos, Iris y Titanic fueron sus intentos como actriz principal, y ¡Olvídate de mí! y Sentido y sensibilidad, las que le posibilitaron optar a la estatuilla como actriz de reparto. Pero la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos se ha mostrado poco receptiva a los valores interpretativos de una mujer a la que ya hay que situar entre los grandes nombres de las intérpretes británicas, al lado de pesos pesados como Judi Dench (con quien trabajó en Iris, o Emma Thompson, compañera en Sentido y sensibilidad).

Porque si bien es cierto que son meritorios sus trabajos en las películas mencionadas, no hay que olvidar que Winslet figura en los créditos de títulos como Criaturas celestiales, de Peter Jackson; el Hamlet de Kenneth Brannagh; Jude, de Michael Winterbottom; Quills, de Philip Kaufman, o Descubriendo Nunca Jamás, de Marc Foster, y en todas ellas ha demostrado una capacidad interpretativa de primer orden.

Parapetada tras su eterno deseo de ser sólo una persona normal, lo que le ha valido más de una chanza en la prensa y la televisión británica (de hecho la humorista Katy Brand la ha incluido entre sus personajes fijos), Kate Winslet pretende huir de un mundo a través del cual nos permite conocer otros muchos, algo que está al alcance de muy pocos actores. La Asociación de la prensa extranjera de Hollywood por fin así lo ha entendido y a esta actriz le queda sólo un paso -el más complicado, es cierto- para que su nombre quede registrado oficialmente como una de las mejores intérpretes de la actualidad. Por el momento, sus dos Globos de Oro la sitúan en la mejor posición en la parrilla de salida.