El Museu del Puig des Molins acogió ayer la tercera conferencia de las XXIII Jornades d'Arqueologia Feniciopúnica de Eivissa, con una conferencia de Juan J. Ferrer Maestro, profesor de Història Antiga en la Universitat Jaume I de Castelló sobre Trajinantes y productores. Una interpretación de la economía de Cartago. Hoy jueves será el turno de Ana María Jiménez Flores, profesora de la Universidad de Sevilla, quien hablará (20 horas) de Instituciones religiosas. Demos y Divinidades.

En su exposición, Ferrer Maestro explicó que los cartagineses comenzaron sus actividades económicas como trajinantes, comerciantes e intermediarios; adquiriendo con ello relevancia en el ámbito mediterráneo. Pero los cambios en el contexto internacional «forzaron cambios trascendentales que obligaron a sus gentes a aplicar cualidades de adaptación, a pesar de la hostilidad y los avatares militares de la guerra», precisó.

De tal manera, que Roma sólo pudo acabar con los cartagineses «arrasando su espacio físico, cancelando sus instituciones políticas y eliminando toda posibilidad de reorganización. En suma, destruyendo su Estado». Pero, como el Imperio venía haciendo desde siglos anteriores en los territorios que iba ocupando, supo también aprovecharse de los métodos eficaces de Cartago. «Especialmente porque no se limitaban a su espacio físico, pues su ámbito de influencia y pode territorial llegó a extenderse hasta lo que los romanos llamarán Hispania. Fue así que su agricultura, experiencia negociadora, explotación de las minas, incluso los procedimientos de gestión territorial experimentados por los cartagineses, fueron adoptados por Roma a su mejor conveniencia», precisó el profesor de la Universitat Jaume I de Castelló