EFE-MADRID

El Museo del Prado acogió ayer la inauguración por parte de los Reyes de la exposición Rembrandt. Pintor de historias, que estará abierta al público hasta el próximo mes de enero. Museos como el Louvre, el Rijksmuseum de Amsterdam, la National Gallery de Londres, el de Bellas Artes de la Villa de París, el Paul Getty de Los Angeles, el Hermitage de San Petersburgo o el Metropolitan de Nueva York, entre otros, han permitido montar esta extraordinaria exposición, patrocinada por el BBVA, ya que el Museo del Prado solo cuenta en sus colecciones con una obra del maestro holandés, Artemisa (1634).

Por primera vez esta pintura se exhibe en el contexto de la producción de Rembrandt (Leiden,1606-Amsterdam,1669), al que también por primera vez se le dedica en España una muestra monográfica. 35 pinturas y cinco estampas, junto con seis obras de otros artistas pertenecientes al Museo del Prado, permiten reconstruir de forma completa el Rembrandt narrador de historias. Gran pintor de retratos y paisajes, su faceta como pintor de historia muestra la forma en la que su arte emana de la tradición de la pintura renacentista europea y, al mismo tiempo, permite comprobar su originalidad.

«La poderosa presencia de las obras de Rembrandt completa al Prado» en una exposición que permite contemplar «a uno de los más importantes e influyentes pintores», comentó durante la presentación el director del museo, Miguel Zugaza. Si de algo puede presumir el Prado es de tener en sus colecciones a los grandes contadores de historias, y por ello «Rembrandt y el fabuloso conjunto de obras que se exhiben se encuentran como en casa. Rembrandt completa al Prado y el Prado se ennoblece con Rembrandt. Es un justo intercambio», añadió Zugaza.

El trabajo realizado por Alejandro Vergara, comisario de la exposición y jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte del Museo, ha sido «más trabajoso que difícil» al tratarse de una monográfica muy ambiciosa «suficientemente grande y variada, en la que se presentan obras de todas las épocas».

Paredes neutras y una iluminación íntima acompañan un recorrido cronológico de la biografía del genial artista en el que se muestra a Rembrandt como pintor de temas tomados de la historia, de la religión y de la mitología clásica.