JULIO HERRANZ

«Bienvenidos a la vigésima edición del un festival que mantiene su compromiso con el jazz joven, europeo y latino». Con estas palabras, la alcaldesa de Eivissa, Lurdes Costa, inauguró ayer en el Claustro del Ayuntamiento Eivissa Jazz 2008, que se celebrará hasta el sábado en dos escenarios: el Mercat Vell, para el 'Espai Eivissa', con grupos de la isla (19,00 horas y gratis), y el baluarte de Sant Pere, para los grupos de fuera (21,30 horas y 10 euros la entrada); más los pasacalles que ofrecerá desde hoy la 'marching band' de Nueva Orleans TBC Brass Band, que ayer no pudo llegar por los problemas ocasionados por el ciclón Gustav.

Al acto asistieron algunos de los grupos que participarán en el evento; representantes políticos de Vila y algunos (no muchos) aficionados al jazz; «un público minoritario pero muy fiel», en palabras de la alcaldesa. Además, también estuvo Gabriel Alconchel, el presidente del Instituto de la Juventud de España (Injuve), institución responsable de que Eivissa sea escenario de este festival de Jazz y que (aunque ha cambiado el grado de colaboración) sigue aportando varios grupos al evento. «Por nuestra parte garantizamos la calidad de los grupos, la igualdad de oportunidades y la programación de un festival que es fruto del esfuerzo de muchas voluntades», señaló Alconchel, añadiendo que «la música es un medio de socialización de una juventud que debe ser crítica y con valores; herramientas para interpretar la realidad y cambiarla».

La velada inaugural de Eivissa Jazz 2008 en el claustro terminó con un concierto del grupo Xaloc, con músicos de la isla.

Por problemas en el aeropuerto de Nueva Orleans derivados del paso del ciclón Gustav, la 'marching band' TBC Brass Band no pudo llegar ayer a Eivissa, por lo que no pudo hacer el pasacalles previsto por varias zonas de Vila.

Sin embargo, la organización informó que la banda si estará ya hoy en la isla para ofrecer el primero de los pasacalles que hará las tres tardes del evento. Saldrá a las 18,30 horas del puerto (salida de los barcos de Formentera), para seguir hasta el Mercat Vell y el baluarte de Sant Pere.