La gala de clausura de la segunda edición del Ibiza International Film Festival (IFF) no tuvo, afortunadamente, nada que ver con la de la primera edición, y quien quizás mejor resumió el cambio fue el cineasta Terry Gilliam, uno de los patronos del festival, en una opinión que abarcaba todo el evento: «Ha sido un cien por cien mejor que el año pasado». O en la de otro ilustre cineasta, éste más próximo a Eivissa, Antonio Isasi-Isasmendi, quien recibió un Falcó d'Or especial por su apoyo entusiasta a la iniciativa: «Del año pasado a este ha habido un cambio tremendo».
La gala, presentada por el director de teatro Antonio Cantos y Claire, promotora de Manumissión, comenzó precisamente con un breve espectáculo de esta fiesta de Privilege dedicado al cine. A continuación comenzaron las entregas de premios, en una ceremonia fluida y sin tiempos muertos, aunque la gran sala del aún no concluido Palacio de Congresos de Santa Eulària resultaba algo fría por el escaso público que acudió a la ceremonia, acaso escarmentado por el mal recuerdo de la de 2007, en el claustro del Ayuntamiento de Eivissa. Pero el que fue se mostró en todo momento entregado, aplaudiendo con ganas a los premiados.
Emoción y complicidad
Las intervenciones de los galardonados tuvieron todas un singular toque de emoción y complicidad con el IFF, empezando por el director de Sleeping Around, Marco Carniti, que se deshizo en elogios, incluidos a España, «el país más tolerante de toda Europa». Seguido por la protagonista y premio a la Mejor Actriz, una espléndida Jacqueline Bisset: «Es un festival maravilloso y la gente es estupenda». O, con clase y belleza similar, Ana Galiena: «Vine para dos días y me he quedado todo el festival. Ha sido fantástico». Más una de las intervenciones más cálidas, la de la directora de La Mala (Premio del Público), Lilian Rosado: «Me habría gustado rodarla en Cuba. Está dedicada a La Lupe, una gran mujer maltratada en su tiempo», precisó, añadiendo con rotundidad: «Estoy hasta los cojones que en Cuba solos los hombres hagan películas»; y es que tuvo que firmarla con la ayuda del productor, su marido, Pedro Pérez Rosado, quien hizo está declaración de principios: «Somos de izquierdas, que conste; y espero que sigamos siéndolo mucho tiempo. Ah, y lamento no hablar inglés; pero es que vivo en España, coño», ironizó con guasa.
También fue emotiva la intervención del representante de la asociación para la libertad del Tíbet, Alán Cantos, que recogió el Premio al Espíritu Independiente, para 14 kilómetros, una cinta sobre la inmigración: «Espero que ayude a que este fenómeno se trate con más generosidad». Y la del representante de la Cinemathèque de la Danse, Jean Henochsberg, Premio de Promoción del Cine 'Vicente Ribas': «Seguiremos colaborando con el festival, que va mejor y mejor». O, por supuesto, la de Isasi, quien se mostró «emocionado y agradecido como ibicenco que me siento», pidiendo «a los estamentos oficiales y privados de la isla a que se animen a echar el resto para consolidar este festival, pues lo merece con creces». Palabras muy aplaudidas por todos, y particularmente por el director del IFF, Xavier Benlloch, quien clausuro la agradable ceremonia.
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