Mira Sorvino con su pareja y una de las protagonistas de 'Leningrad', ayer antes del pase de la película. Fotos: MARCOS TORRES

JULIO HERRANZ

La presencia de Mira Sorvino en el festival para presentar ayer en la Sección Oficial Leningrad, de Aleksandr Buravsky, levantó gran expectación en Eivissa. Numerosos curiosos acudieron a Vara de Rey a ver a la oscarizada actriz norteamericana, quien estuvo acompañada por su pareja y Louisa Mosendz, una de las actrices rusas del film, sobre una de las batallas más terribles de la II Guerra Mundial.

Mira Sorvino, quien hasta ayer no había tenido ocasión de ver la película, explicó que «es una historia realmente dura, en la que mi personaje (una periodista) siente una gran impotencia por no poder ayudar más; pero al menos salva la vida de dos niños». Un papel complejo, «y aunque técnicamente no fue complicado, sí resultó emocionalmente muy duro», reconoció.

Por su parte, Louisa Mosendz se emocionó al contar que «los rusos estuvimos 70 años intentando construir un país que al final se nos vino abajo y hemos tenido que volver a empezar de cero. Por eso no nos gusta recordar capítulos tan duros de nuestra historia como el que muestra la película», precisó la actriz rusa, quien mostró su admiración «por la profesionalidad» de Mira Sorvino, quien «cuando llegó a Rusia ya sabía más de la historia que la mayor parte del equipo».

Mira Sorvino recordó que, «aparte del papel con Woody, he hecho, y hago, cosas muy interesantes; pero lo que más me emociona actualmente son mis dos hijos». Comentó sus últimos proyectos («en uno hago un papel a lo Indiana Jones femenina»), y aseguró que durante el rodaje de Leningrad no encontró apenas «diferencias entre la forma de trabajar de los actores rusos y los norteamericanos, pues ambos hemos aprendido en el método Stanislavski. En esto los norteamericanos le debemos más a los rusos que a los británicos», precisó la actriz, quien se mostró «satisfecha» de su vida y su obra.