En la conclusión del informe presentado al jurado, Bartomeu Marí enfatiza la necesidad de que el Macba «debe trabajar muy cerca de los hechos del arte: de los artistas, de las obras, de las ideas que les han impulsado, de sus receptores y del mundo en el cual todo esto convive». Así, Marí reflexiona acerca de que el museo barcelonés «es una media y una temperatura; es un museo inspirado en el arte y no en el academicismo; un museo de discurso y no de números. No es una enciclopedia, sino un ensayo sobre el presente». Pero además, Marí reconoce que el camino a seguir es el de cambiar el centro de gravedad de lo que es un museo: «desde la obra de arte hacia la relación entre la obra y el sujeto receptor, el público, el usuario».