Diálogo entre arte y arquitectura

Precisamente, «esa combinación de lo suave con lo constructivista, por su contraste, tiene bastante relación con mi pintura. Por eso, la muestra es cómo un diálogo de mi obra con la de Moneo y un homenaje a un arquitecto al que admiro mucho», señaló el artista alemán, añadiendo: «He traído 56 cuadros, una selección pensada especialmente para esta especie de laberinto con poca superficie útil para colgar obras. Es como una retrospectiva, pero no tanto cronológica. Dominan los cuadros de los últimos quince o veinte años, más algunos del principio, a partir de los años 50. Estoy muy contento con el resultado; yo mismo he hecho la distribución con el personal del museo», apuntó Bechtold.

El co-fundador del Grupo Ibiza 59 (junto a Erwin Broner) insistió en la rueda de prensa que ofreció a los medios hoscenses que entre su obra y la de Rafael Moneo «hay muchas cosas paralelas, como es el hecho de que haya hecho un museo con paredes onduladas que contrastan fuertemente con el constructivismo del laberinto de paredes interiores de la sala». El artista, que se refirió a Moneo como «un pariente espiritual», indicó que en la obra del arquitecto se da la misma tensión que él busca reflejar en sus cuadros, mezclando sobre la tela elementos de raiz constructivista y racional, como líneas recta o ángulos con otros donde impera la improvisación y lo «descontrolado».

El dossier de prensa que el CDAN ha preparado para la exposición Encuentro con Moneo lo encabeza esta cita de Erwin Bechtold: «El hombre forma el centro de mi trabajo; al igual que la naturaleza, vive en medio de contrastes, tensiones, alteraciones. Estamos inmersos existencialmente en el juego del entorno ordenado, del orden desordenado. Mis pinturas constituyen un intento de traducir este complejo misterio en realidad artística».

Sobre este singular diálogo entre arte y arquitectura, precisa: «La labor pictórica de Bechtold se ha extendido a menudo más allá de los límites del cuadro, con creaciones que implican directamente el lugar de exhibición. A partir de esta perspectiva ha diseñado un montaje específico en el CDAN. Una muestra un tanto atípica. No se trata de una retrospectiva que abarca toda su carrera, sino obras concretas, piezas clave con las que Bechtold contrapone la obra actual con sus primeros pasos y los distintos momentos de su larga producción artística. Las obras proceden de los fondos del artista y de colecciones privadas y públicas, todas ellas guardan una estrecha relación de perfecta convivencia con el carácter del espacio y la iluminación de la arquitectura del centro de arte y naturaleza, un fructífero encuentro entre Rafael Moneo y Erwin Bechtold, una singular integración entre arte y arquitectura».