Vicent Ferrer Guasch junto a una de sus obras, ayer por la mañana, en Sa Nostra.

L.A.

Una anécdota ronda la cabeza del artista. «Estaba tomando fotografías en Sa Penya y viene una gitana y me dice. «Eh, míster, para esto hay que pagar», y la mandé a la mier... me salió la rabia», se ríe Vicent Ferrer Guasch, pero no se ríe del todo. En realidad se lamenta. «Conozco a fondo Sa Penya porque he pintado todos sus rincones y ver lo que hay ahora, que es nada, me da pena».

A sus noventa años, Guasch mantiene intacto un espíritu crítico que para su nueva exposición lo ha vuelto a convertir en luces y planos, en belleza y arte. Una muestra con una veintena de pinturas con las que intenta «encontrar la esencia de una Eivissa que va desapareciendo» y con la que celebra su noventa aniversario. «Creo que es la exposición número cien, pero no lo sé muy bien. Expongo desde el año 1932», calculaba ayer el artista, sobre una muestra que pertenece a su etapa creativa más reciente y que se basa en el paisaje urbano ibicenco, con calles y plazas de Dalt Vila y Sa Penya, con casas payesas e iglesias rurales. «Mi pintura es un grito de salvación, es un S.O.S para una Eivissa que empieza a no existir. Es una lucha contra la especulación y contra la equivocación de los ibicencos que sólo buscan el negocio y que dejan la Eivissa que soñamos, desaparezca», agregó.

La cantidad de cuadros que componen esta nueva muestra denotan una intensa labor, que tras años y años de prolífica carrera, el artista aún se puede permitir: «Sencillamente es un esfuerzo físico que tengo la suerte aún de poder hacer a mis noventa años. Cada día, por las mañanas, trabajo en mi estudio para intentar reflejar esa Eivissa auténtica y por la que tenemos que luchar para que no se pierda. Por lo tanto, los políticos tienen una misión importantísima en ese aspecto, salvar lo que podemos salvar, que ya empieza a ser poco».

La muestra se inaugura esta tarde, a las 20'30 horas en la sala de cultura Sa Nostra y se podrá ver hasta el 5 de diciembre.

Esta selección de las pinturas, más características de su reciente etapa, destaca por la su luminosidad y los diferentes planos con los que el artista hace de sus obras un paisaje para recorrer.

A lo largo de su carrera, Vicent Ferrer Guasch ha expuesto en Palma, Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, y ha participado en muestras internacionales, como por ejemplo, en Nueva York.

Desde 1962 expone de manera continuada en el Círculo de Bellas Artes de Palma; desde 1971 en la Pinacoteca de Barcelona y desde 1981 en la Sala de Cultura de Eivissa.