La «vida tranquila» de Epicuro

Francesc Casadesús clausuró ayer el curso sobre el pensamiento clásico

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En estos momentos de crispación polítics, Epicuro seguramente huiría de ellos, puesto que una de sus máximas era la de alejarse cuanto más mejor de la política», así de tajante se mostró ayer Francesc Casadesús en conversación con este periódico acerca de la vigencia del pensamiento de este filósofo griego al que, «erroneamente» -matizó-, se le atribuye una filosofía dedicada al 'dolce far niente' y al hedonismo.

Casadesús, profesor de Filosofía Griega en la UIB y presidente de la sección balear de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, ha sido el responsable de la organización del II curso 'Grans figures de l'antiguitat grecollatina' que se ha venido celebrando desde el pasado mes de octubre en Can Ventosa y que ayer clausuró él mismo con la conferencia «Epicur: filosofia i felicitat».

Para Casadesús, Epicuro abogaba por una vida «tranquila, sencilla y sin problemas, rica en enperiencias y en pequeños placeres, pero no inmerso en una bacanal continua. De hecho, él mismo vivía alejado de la metrópolis y sus problemas». El conferenciante también quiso hacer especial hincapié en el hecho de que Epicuro «desmonta el mito del sufrimiento», ya que «lo importante no es sufrir, ni física ni psicológicamente».

«El discurso actual de este pensador se resumen en la frase 'tenemos agua, tenemos pan, para qué queremos más'. Viene a decirnos que es mucho más satisfactorio conformarse con estas pequeñas cosas, esenciales, que complicarse la vida en la búsqueda de lo supérfluo», indicó ayer Casadesús a su audiencia. Sobre la vigencia de este filósofo hoy día, el conferenciante parece tenerlo bastante claro: «Creo que hoy en día todos tenemos un poco de Epicuro en nuestro interior», remachó. P. T.