El pintor surrealista portugués Antonio Domingues murió ayer en Lisboa a los 84 años. Autor de la serie de dibujos «Leyendas de Timor», fue uno de los fundadores del movimiento surrealista portugués, junto con Mario Cesariny y Cruzeiro Seixas, entre otros.

El movimiento surrealista surgió en Lisboa en la década de los años 40 por influencia de la corriente francesa y se extendió a diversas artes, como la pintura o la literatura, congregando a figuras como Antonio Pedro, Alexandre O Neill, Marcelino Vespeira, José-Augusto Franca y Mario-Henrique Letria.

Antonio Domingues (Lisboa, 1921) frecuentó las tertulias del café Hermínios de Lisboa, adonde acudían también Cesariny, Vespeira, Leonel Rodrigues y Moniz Pereira. Mientras estudiaba de noche, fue cerrajero y maquetista en una empresa de litografía, donde se especializó en artes gráficas. Artista de raíces africanas fue partidario del Partido Comunista.