El pintor barcelonés Eduard Resbier, con una de las obras que presenta en su exposición de la galería Van der Voort. Foto: MARCO TORRES

La galería Van der Voort presenta estos días la tercera exposición individual que realiza en la isla Eduard Resbier (Barcelona, 1978). Su creaciones tienen unas claras referencias de ciertos maestros clásicos, como Friedrich, Turner o Constable, pero siempre en clave de esfumado, como desenfocando las imágenes para dificultar el reconocimiento de los representado. Su última exposición en Eivissa fue en mayo de 2002.

- ¿Por dónde ha tirado estéticamente en estos dos años?
- Creo que ha habido un cambio en la manera de expresar el color; me he fijado más en asuntos puramente pictóricos, con los colores mucho más saturados. Es el cambio que veo más evidente, porque las imágenes siguen siendo las mismas: ruinas, desiertos, imágenes vacías...

- ¿Sigue reñido con la presencia humana?
- Un poco, aunque entregué un cuadro a Cati con figuras humanas que al final no colgó. Era en blanco y negro, para dar un poco de contraste.

- ¿Misantropía?
- No, no creo; más bien desesperación. Pero me interesa la gente, he hecho un cuadro que he empezado a incluirla; pero a modo de sombras, como referencia de algo que ha pasado.

- ¿Se sigue identificando con las etiquetas que le ponen los críticos, como lirismo neorromántico?
- No sé; a estas alturas ya resulta un poco raro. Lo de poética neorromántica quizás tenga algo de verdad, pero no mucho.

-¿Pereza mental de los críticos?
- Creo que cuando ven una etiqueta un poco buena que sintetiza bien una idea, la repiten con los años, la recogen los dosiers de prensa, es tomada por los periodistas... y me temo que acabaré siendo un neorromántico incurable.

- ¿Que le motiva o dispara a la hora de ejecutar un cuadro?
- Es como una experiencia, una aventura. Ejecutar un cuadro implica un viaje, que no sabes muy bien como acabará, ni siquiera sabes con certeza lo que buscas. El arranque es una imagen y unos colores determinados.

-¿Una imagen real o pensada?
- Una imagen real, fotográfica. Para hacer los cuadros generalmente parto de fotografías que voy haciendo por ahí, algunas que tengo de hace años y otras que hago porque las necesito. Por ejemplo, sobre alguna ruina determinada, o un teatro que haya muy estropeado por ahí... Les saco una foto para después pintarlas a mi manera.

- ¿Tiene algún proyecto en marcha?
- Lo más próximo que tengo entre manos es una exposición en Toulose en junio. En la misma línea de lo que presento aquí, que es lo más radical que he hecho hasta ahora; un poco bestia de colores.