Dentro del convenio de colaboración firmado entre el Consell Insular y el Obispado para la restauración del patrimonio eclesiástico de las Pitiüses, hace pocas fechas ha terminado la restauración de las tablas góticas de Santa Tecla y Sant Antoni de la Catedral de Eivissa. La encargada de devolver su aspecto original a ambas piezas ha sido Nieves Peinado Sala.

Según el informe remitido a la Conselleria de Cultura por la restauradora, ambas obras están atribuidas a Francesc Comes. «Se trata de uno de los máximos representantes en Mallorca degótico internaciona, estilo que se inicia a finales de siglo XIV y perdura hasta mediados del siglo XV». «De origen valenciano, Comes desarrolló su actividad pictórica en Mallorca entre 1392 y 1415; realizó un retablo para la parroquia de Sineu y más tarde colabora con pintores isleños en la realización del retablo de «Santa Maria Magdalena» (hoy en dicho convento).

Su obra es importante y diversa; por ejemplo, la tabla de Sant Cristòfol (en Santa Creo de Palma); la de Sant Jaume (parroquia de Sant Jaume) y la de Sant Jordi y el dragón (en el Museu de Mallorca). En todas ellas los personajes son de gran formato, bellas y equilibradas, de facciones similares, con vestiduras de ricos brocados en medio de paisajes idealizados y bucólicos, según el gusto y las costumbres de la burguesía de su tiempo».

Según dicho informe, «los historiadores sostienen la hipótesis de que las tablas formaban parte de un retablo que se encontraba en el altar mayor de la iglesia parroquial de Santa Maria de Eivissa, que desapareció probablemente en la mitad del siglo XVII con las obras del nuevo templo».