El pintor italiano Mario Arlati en la última exposición que ha presentado en la isla.

«Me parece muy feo que la isla esté cambiando sus colores naturales por los industriales; por eso me refugio en el Parque Natural de ses Salines». Con estas palabras resumía a Ultima Hora Ibiza y Formentera Mario Arlati su postura crítica sobre «el avance imparable del cemento» y su necesidad de rescatar en sus cuadros la naturaleza de una isla que le sedujo cuando la descubrió por primera vez, allá por los 70, y en la que cada vez pasa más tiempo, descansando, contemplando y creando una obra fuertemente matérica que siempre tiene como norte y referencia el orbe ibicenco.

En estos momentos, Arlati presenta en la galería Contini de Cortina Dampezzo una serie de cuadros de vivos y exultantes colores, reunidos bajo el título elocuente de «Mediterráneo». «El 80 por ciento de la muestra la he pintado en Eivissa y el resto en Milán. Fue en mi casa de ses Salines, mientras miraba y me emborrachaba del mar y el cielo, tan intensos allí». comentó. Cuadros monocromos con el fucsia de las buganvilias, amarillos soleados, azules añilados, blancos de muro y jazmín... y todos trabajados con texturas matéricas que evocan los muros de las casas payesas. «Lo que me hace más feliz es llegar a la gente de una forma sencilla, trasmitiéndole la emoción que yo siento al pintar un cuadro; es como una embajada artística, llevar por Europa o por América la fuerza emotiva que nos provoca esta hermosa naturaleza», añadió.

Inquieto y creativo, Mario Arlati siempre tiene algún proyecto bajo el brazo, y en muchos de ellos con Eivissa como referente. Así, los trabajos que ha hecho en colaboración con poetas de la isla, alrededor de los colores rojo, azul y amarillo; la próxima edición de un libro de poemas trilingüe ilustrados con fotografías sobre ciudades del siglo XXI, obra de dos creadores de la isla; o una original iniciativa a la que está dando vueltas últimamente y que le tiene ocupado en estos días de descanso casi vacacional. «Estoy con la idea de hacer una especie de cuento a través de cuadros con el pretexto de las emociones que me produce el Parque Natural de ses Salinas». «De momento creo que me atreveré a hacerlo yo solo mediante la plástica, aunque igual involucro también a algún escritor o poeta amigo; siempre que pueda convencerlo», matizó.

E insistió en su opinión sobre el «progreso» de la isla : «Es absurdo cambiar los colores naturales por los industriales en un sitio como Eivissa; me parece un mal negocio», concluyó Arlati.