«Es el trabajo más importante que he hecho en mi vida, y me está
abriendo muchas puertas; de entrada, cinco países "entre ellos no
está España" me han pedido ya una copia de la estatua». Con estas
palabras resumió a Ultima Hora Ibiza y Formentera
Eva Riquelme la importancia que ha tenido para su trayectoria haber
realizado la estatua más grande del mundo de Juan Pablo II. «Mi
boceto fue elegido por una comisión de la curia romana entre los
que presentaban bastantes fundiciones; la mía era la Sociedad
canadiense BLP Bronze International», añadió.
El pasado 19 de junio el Papa recibió a Eva Riquelme y al
presidente de la BLP, Anderw Krawczyc para la entrega del boceto en
bronce de 45 cm. de alto, en una ceremonia que fue retransmitida
por las principales televisiones canadienses, estadounidenses e
italianas. El boceto, muy apreciado por Juan Pablo II, será
conservado en el Museo Vaticano. «Fue realmente emocionante
entregárselo personalmente a Su Santidad; la impresión que te causa
es increíble; tiene un carisma tan especial que no me extraña nada
la fascinación que despierta en todo el mundo», comentó la artista.
«Además, a pesar de su aspecto frágil, que crees que no va a durar
dos meses, tiene una vitalidad asombrosa para soportar esos viajes
tan agotadores».
El trabajo escultórico le fue encargado a Eva Riquelme por la
curia de Toronto con motivo de la visita que el Papa ha realizado a
esta ciudad canadiense con ocasión del Día Mundial de la Juventud,
y fue inaugurada el pasado 21 de julio por el Primado de Polonia
(cardenal supremo del país) Josef Glemp ante 10.000 personas. La
figura, de cinco metros y medio de altura y 26 quintales de peso
fue fundida en Italia por partes y ensamblada en Canada. «Resultó
complicado llevarla hasta allí, porque además me dieron poco
tiempo, ya que por razones de seguridad tenía que estar en Canada
un mes antes de que llegara el Papa». «Al principio me agobié un
poco, pero no podía achicarme ante el trabajo más importante de mi
vida, así que me puse las pilas y tiré para adelante, como siempre
he hecho en los momentos difíciles», afirmó la artista con legítimo
orgullo.
La intención de Eva Riquelme a la hora de plantearse la
escultura fue «recrear la imagen que 15 años atrás tenía Juan Pablo
II, y que estuviera en movimiento». Para ello estuvo observando
durante meses fotografías y vídeos de Karol Wojtyla hasta decidir
que la estatua recreara los saludos del Pontífice en su encuentro
con el pueblo. «Es la primera estatua que se le hace de este
estilo; de pie, con la capa inflada por el aire, andando sobre el
globo terráqueo y pisando justamente sobre Canada». En la plaza
donde se ha instalado la estatua del Papa será construida en breve
una monumental iglesia dedicada a Eugene de Manzenod, un santo de
origen polaco.
En cuanto a la relación de Eva Riquelme con Eivissa, donde vivió
los primeros ocho años de su vida, es más bien nostálgica. «Nací
ahí por cuestiones laborales de mi padre; pero a pesar de haber
vivido en Córdoba y en muchos otros sitios de España hasta llegar a
Milán, donde llevó cinco años, siempre me he considerado ibicenca».
«Aunque vaya poco, es el sitio con el que me siento más
identificada en cuanto a raíces; supongo que tendrá que ver mucho
con el peso de los recuerdos infantiles; pues además era una época
muy especial», comentó la artista, que en la actualidad tiene 33
años.
Otra de sus facetas creativas es la música, ya que durante un
tiempo fue la cantante y líder del grupo pop cordobés Corazones
Estrangulados. «Era una época muy interesante de la que no me
arrepiento, y aún sigo componiendo canciones para gente de aquí. En
el fondo sigo siendo la misma, y siempre autodidacta, luchando por
lo que me gusta», concluyó.
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