Mannuel Sorá, nieto del pintor de igual nombre, inauguró ayer por la tarde en la galería Altamira de Eivissa una exposición en la que ha querido reunir trabajos realizados durante los últimos diez años y en los que queda patente su gusto por la pintura de los fauvistas y de los impresionistas. Tal y como le gusta reconocer, su pasión se encuentra en el manejo del color, el cual utiliza, según explica, para crear nuevas realidades, más acordes con su modo de ver el mundo artísticamente hablando. En la exposición pueden encontrarse desde paisajes a bodegones, pasando por sus Jalomot (sueño en hebreo).