R.C./G.R. La plaza de Sant Francesc de Formentera se convirtió anoche en el escenario de un concierto histórico para la isla, el primero que ofrecía en ella la Orquestra Simfònica de Balears «Ciutat de Palma», dirigida para la ocasión por Salvador Brotons. Un espacio que a todas luces resultó insuficiente para acoger al público que quería presenciar una actuación de esta categoría. Y eso que de los 75 profesores de que consta la orquesta, sólo se desplazaron 60 a Formentera.

Entre otros problemas de infraestructura, hubo que acondicionar un escenario especial, que se estrenó hace poco para una actuación de un ballet en la misma plaza. Además, el Consell Insular tuvo que enviar ayer por barco las 60 sillas iguales y sin brazos para los músicos, ya que no fue posible encontrarlas en la isla. Dificultades aparte, el concierto resultó un notable éxito y los asistentes disfrutaron con la música de Mendelssohn, Kachaturian y Tchaikovsky.