La galería Es Molí presenta hasta el 30 de septiembre una exposición de pintura titulada «Monreal Summer Show», en la que el pintor chileno muestra una selección de las obras que ha pintado en los últimos cinco años. Siguiendo fiel a un estilo reconocido y reconocible, los últimos trabajos de Andrés Monreal parecen haberse aligerado de contenido en la composición.

«Tras la operación a corazón abierto que sufrí hace poco más de un año, he notado que hay como una tendencia a la sencillez; los cuadros están menos llenos que antes, como si ahora buscara atrapar solamente lo esencial, que en el fondo es lo que importa en la vida», explicó el artista, quien conoció por primera vez Eivissa en 1958. «Tenía 18 años, era estudiante, y vine a pasar las vacaciones a una calita de pescadores en Sant Antoni. No volví hasta el 64, pero quedarme aquí y alquilar una casa, no fue hasta el 75, creo».

En la actualidad, pasa largas temporadas en su casa de Sant Mateu, donde tiene su estudio, al que hace referencia el escritor inglés Tim Earnshaw, amigo de Monreal, en un texto que acompaña al pequeño catálogo de la muestra. «...En su pintura, más que profundidad, hay tensión, textura; para encontrarla hay que buscar entre esa soldadesca, esos símbolos, ángeles, arquitecturas. Su obra es un rompecabezas desparramado trozo a trozo en su taller. Un día le robaré el suelo, me gusta más que un Pollock».