Un total de 48 instantáneas conforman la exposición que el fotógrafo suizo residente en Formentera Beni Trutman inaugura a las ocho de esta tarde en la Sala de Cultura de «Sa Nostra». La muestra, con menos obras y en un formato más pequeño, fue presentada el pasado mes de julio en la isla en la que el artista pasa largas temporadas desde que la descubrió en 1958.

La mayoría de las fotografías expuestas son sobre paisajes de Formentera. «Hay sólo una foto histórica, digamos, de Sant Francesc. Es en blanco y negro y la hice el año en que conocí la isla; en las otras hay sobre todo paisajes, pero también personajes, costumbres, tradiciones y fiestas de la isla», explicó ayer a este periódico Trutman, quien añadió que «cada año me quedo más tiempo aquí, porque me gusta desarrollar las ideas que tengo entre manos».

Uno de los proyectos futuros del prestigioso fotógrafo suizo es realizar un nuevo libro, como el que presentó el pasado verano, en el que también se recogen instantáneas submarinas del biólogo Manu San Félix. En este caso estará dedicado a la arquitectura. «Porque hay casas muy bonitas, y es necesario hacerlas lo más rápido posible, pues todo cambia demasiado deprisa», señaló Trutman, quien aseguró que «la luz es la que da el ambiente ideal para conseguir una foto especial»; algo que conoce muy bien gracias a sus trabajos relacionados con la publicidad.

La luz por una parte, pero también una gran dosis de paciencia y buen oficio para conseguir algunas de las imágenes que presenta en esta exposición o en el citado libro. Algunas de ellas, tanto a pie de tierra como las que ha tomado desde helicóptero, realizadas con una sensibilidad y una mirada tan apasionada y certera, que podría pensarse en algún tipo de pintura hiperrealista.