No pudo ser. Una decisión de último momento tomada por la violinista holandesa Sonja van Beck privó al público que prácticamente abarrotó el auditorio de Cas Serres el pasado jueves por la noche de la posibilidad de escuchar un auténtico violín Stradivarius.

Fuentes de la Asociación Cultural Pro Arte, organizadora del concierto -en el que también participó el pianista Andreas Frölich-, indicaron a Ultima Hora Ibiza y Formentera que el cambio de violín se debió al programa escogido para la velada.

«La inclusión de un compositor como Erich Wolfgang Korngold recomendó utilizar un violín de una sonoridad más sutil que el Stradivarius, más indicado para repertorios barrocos», señalaron las mismas fuentes. La fundación propietaria del valioso violín también recomendó que no fuera usado con dicho repertorio.

Pese a ello, el público asistente pudo disfrutar de un concierto de gran nivel en el que, además de Korngold, fueron interpretadas piezas de Beethoven y Piazzola.