Marta Torres inaugura una exposición en la galería que lleva su nombre

Efectivamente, por lo menos la mitad de la exposición la forman cuadros de tres dimensiones, a medio camino entre la pintura y la escultura, y siempre relacionado con el mundo tradicional de la isla, sus paisajes, figuras y costumbres. «Me ocupa mucho tiempo encontrar lo que busco, que sólo encuentro en el campo, en casas payesas abandonadas y en las playas; en invierno, pues ahora sólo hay turistas. Así, hasta que no tengo el material reunido no me pongo a trabajar en el estudio», señaló. «Previamente, también hago muchas fotografías por el campo, de señoras payesas, sitios que me gustan, y con todo eso empiezo ya a ponerme en marcha».

Según confesó Marta Torres, parece ser que los años la están haciendo más autocrítica con su mundo creativo. «Antes me conformaba con el resultado de las obras; ahora, las que no van saliendo bien o no me interesan las dejó al lado o las empiezo otra vez. En esto me he vuelto más exigente; por eso hago menos obras, pero al final tienen más éxito, porque la gente valora más el esfuerzo», comentó. No cree la artista que este repitiendo los motivos habituales de sus cuadros. «Sigo con el mismo tema, sí, de la tradición de la isla; pero al llevar esta cantidad de materia como les pongo son rompedores respecto a lo que se conoce. Es algo más moderno que el tipo de cuadros que se hace sobre Eivissa; con un matiz como más poético, creo yo».