Una gran cantidad de público se acercó a la Sala de Cultura de «Sa Nostra» para asistir a la presentación del libro de Josep Marí. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

La Sala de Cultura de «Sa Nostra», completamente llena, recibió en la tarde de ayer al poeta Josep Marí, quien presentó, acompañado del también poeta Àlex Susanna, su último libro: «Respira el món». Entre el público se contaban numerosos artistas y políticos, como el conseller de Interior del Govern balear, Josep Maria Costa; la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa; el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, y los poetas Vicente Valero y Jean Serra, entre otros.

En su presentación, Susanna se refirió a «Respira el món» -«el mejor título para el libro», aseguró- como una obra que no puede considerarse «un libro más de Josep Marí, ya que cada una de sus obras puede considerarse como un acontecimiento». El poeta catalán reconoció sentirse atraído por las personas como Marí, «tan difíciles de encasillar», afirmando no poder afirmar si es «mejor pintor que poeta, o mejor poeta que pintor».

«El libro es algo más que una recopilación de poemas, Josep Marí nos lo entrega como un testamento, una visión del mundo», explicó. «Respira el món» está compuesto por 84 sonetos, una tarea que Susanna consideró «arriesgada, ya que cuando se une un poeta a una métrica tan definida corre el riesgo de fracasar realizando un libro aburrido», pero para Susanna, Marí ha logrado enlazar «un diálogo con la tradición poética», además de lograr una gran variedad en los temas tratados: «Hay poemas cuadro, que reflejan la faceta como pintor de Josep Marí, pero también los hay afines con la musicalidad de las palabras, algunos son puramente líricos y varios que desprenden misticismo, cercanos a lo religioso», aunque Susanna quiso recalcar aquellos que incluyen un «tono humorístico, casi se podría decir cáustico, una temática alejada del mundo poético».

El poeta catalán quiso finalizar su intervención asumiendo las dos virtudes principales que, a su entender, encierra «Respira el món»: «El libro muestra un saber hacer formal y técnico casi artesano y, a su vez, nos enseña a saber vivir, dos aspectos que no están nada mal», para continuar solicitando al poeta ibicenco que «se tome el tiempo que quiera, pero que siga regalando su poética a los lectores».