Balears, una de las comunidades en que más crecen las okupaciones.

Balears es de las comunidades en las que más ha crecido la okupación de viviendas. Así lo pone de manifiesto Jorge Fe, gerente de la empresa Fuera Okupas, que tiene implantación en toda España y a las Islas llegó en 2022. En concreto, precisa que sólo en el último trimestre de 2023 este fenómeno se incrementó un 11 % en el Archipiélago balear. Las zonas que más sufren la usurpación de viviendas son Palma y Eivissa, especialmente los barrios de clase media, obreros y las zonas turísticas. «Las zonas más pudientes tienen menos okupaciones porque no hay pisos vacíos», expone.
Preguntado por el ‘modus operandi' de los okupas, Fe explica que «tienen su base de datos en las inmobiliarias, ya que allí consultan las viviendas en venta o alquiler. Por tanto, saben que esas casas están vacías y en dos minutos tienen la puerta abierta con una cuchara».

El gerente de Fuera Okupas explica que hay varios tipos de usurpación de viviendas. Uno de ellos es cuando es utilizada como residencia por parte de los okupas. «Hacen como si la vivienda fuese suya: la reparan, la pintan... hasta he llegado a ver a una empresa instalándoles la fibra». Además, destaca que muchos de ellos alquilan habitaciones, otros los utilizan como narcopisos, para prostitución, etc. El ‘inqui-okupa' es una modalidad que está en auge, «debido a la nueva ley de vivienda ya que la declaración de persona vulnerable impide que sean desahuciados».
Otro tipo de okupación es la llevado a cabo por mafias, ya que okupan casas para venderlas. «Por 4.500 euros venden un inmueble. Como el proceso de desahucio dura unos dos años y medio, al comprador le sale rentable. En Palma por menos de 950 euros no alquilas un piso, que te supone un gasto medio de unos 30.000 euros hasta que el propietario puede recuperar su vivienda. Sin embargo, él habrá podido vivir en la casa okupada por 4.500 euros».

Fe augura que la okupación de casas «seguirán aumentando debido a la Ley de Vivienda aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez», especialmente por la declaración de vulnerabilidad. Además, señala que la usurpación de viviendas «se ha normalizado» debido a las políticas que se están desarrollando.
El gerente de Fuera Okupas explica que su empresa hace de intermediaria para convencer a los okupas de que abandonen el inmueble y «en el 99 % de los casos lo conseguimos». No obstante, precisa que la excepción es cuando se trata de inqui-okupas, en estos casos el porcentaje de éxito baja hasta el 80 % 82 %, ya que es más complicado.
Además, avanza que trabajan con una base de datos norteamericana que incluirá a todos los inquilinos morosos para que cuando sus clientes vayan a alquilar un inmueble puedan saber si esa persona ha dejado de pagar en algún momento.