Cabe recordar que la Policía Nacional detuvo a estos dos miembros de la banda motera, uno de origen afgano de 38 años y otro español de 42, el pasado 20 de marzo, y ambos pasaron a disposición judicial este martes por la tarde, quedando finalmente en libertad.
Los hechos se remontan a la pasada semana, cuando el dueño de un restaurante de Playa de Palma llamó a la Policía afirmando que el representante de la banda fue a su local y le recriminó que tuviera un tatuaje relacionado con el grupo y que hablara mal del mismo.
También le propinó, presuntamente, dos puñetazos en la cara y le exigió 10.000 euros como multa, ocasionándose entonces una pelea dentro del establecimiento.
El Grupo de Atracos de la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación y entrevistó a la víctima, que estaba en el hospital a causa de las lesiones.
Los agentes averiguaron que uno de los presuntos autores acudió al local y, tras recriminar al perjudicado su tatuaje, le dio dos puñetazos, provocando una pelea en la que se implicó otro trabajador del restaurante y un segundo autor que acompaña al primero.
Tras detener a los dos integrantes de la banda, estos manifestaron a los policías que la víctima había ido amenazando a gente en nombre de los Ángeles del Infierno y que por ello habían tomado represalias.
También contaron que el actual grupo motero se considera una nueva generación que se ha mantenido lejos de cualquier actividad delictiva y no desea que nadie les dé mala fama.
Este punto concuerda con la investigación policial, según ha indicado la Policía, porque a pesar de que la víctima afirmó que varios locales de la zona se habían sentido extorsionados por la banda, no se encontraron evidencias de ello.
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