La presidenta del Congreso, Francina Armengol, durante una rueda de prensa. | Europa Press - Eduardo Parra

Francina Armengol se defiende y a la par pasa al ataque contra el PP. Trece días después de que se produjeran las primeras detenciones por el ‘caso Koldo', la presidenta del Congreso compareció con un mensaje que tuvo cuatro ideas de fuerza: ella no conocía el polémico expediente de las mascarillas porque eran los funcionarios quienes lo gestionaba, fue su Govern quien reclamó incluso antes de que llegaran las elecciones, muchos proveedores ofrecieron sus servicios y se atendieron y, por último, es el PP quien debe dar explicaciones sobre por qué cargos del partido aparecen en el sumario y por qué el Govern de Marga Prohens ha dejado caducar el expediente.

La presidenta no aclaró quién ofreció los servicios de la empresa ni a quién se hizo, a pesar de que los periodistas se lo preguntaron hasta en tres ocasiones. También trató de hacer pasar una simple carta a la empresa en la que se le notificaba el incumplimiento como el inicio del apercibimiento, algo que no es correcto del todo.

Proceso técnico

Insistió en la idea de que todo el proceso se hizo de manera correcta, cumpliendo las cuestiones técnicas, y se desmarcó por completo de este expediente, tanto desde el momento en que se decidió la compra como el momento en que se presentó la reclamación.

Armengol empezó su intervención poniendo en contexto la situación en la que se compraron las mascarillas. «No teníamos material para proteger a los ciudadanos», dijo. «Todos competíamos con todos», añadió. Detalló cómo se inició el procedimiento y, cuando se descubrió que el material no era lo que se había pedido, aseguró que se almacenó por si se necesitaba durante la pandemia y a continuación dijo que se guardó como prueba para la reclamación económica a la empresa.
Dijo que este expediente se formalizó en julio, cuando ella aún era presidenta, y reconoció que la petición de recuperar el dinero que cobró la empresa se hizo tarde. «Normalmente las administraciones no son todo lo rápidas que se quiere», dijo Armengol.

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«No dejaré que mancillen mi nombre, ni el de mi Gobierno, ni que lo mezclen con la corrupción», aseguró tajante. Negó haber recibido presiones para contratar con esta empresa en concreto y también aseguró que ella no presionó a nadie para que lo hiciera. «¿Alguien puede pensar que el Gobierno estaba en ninguna trama cuando lo que hacemos es mandar a analizar el material y reclamar a la empresa?», se preguntó.

«Yo no estoy investigada, ni nadie de mi Gobierno. Mi Gobierno podría ser víctima, jamás ni cómplice ni colaborador», insistió.

Afirmó que trató de reunirse con Marga Prohens para explicarle el traspaso de poderes, algo que niegan desde el ejecutivo balear, que recuerda que fue Mae de la Concha quien quedó con las funciones de presidenta.

«A partir de ahí la responsabilidad está en manos del Govern que tiene que explicar qué ha pasado con este expediente. Ni yo ni nadie de mi gobierno está siendo investigado», dijo la presidenta, quien destacó el hecho de que precisamente su dimisión la pida el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, una de las personas que aparecen el sumario.

Armengol fue muy crítica con el PP, de quien dijo que se ha saltado «fronteras» y «líneas rojas. «El principal partido de esta Cámara ha decidido saltarse todas las fronteras, tengo que salir aquí para explicar que en política no todo vale y no todos somos iguales. Yo entré en política para luchar contra la corrupción porque vengo de una tierra que la ha padecido mucho y eso es lo que me ha motivado más a trabajar», aseguró.