«De acuerdo con la normativa básica estatal, simplificamos la evaluación porque es una de las demandas que nos han solicitado los docentes y las familias», según ha explicado el conseller d'Educació, Antoni Vera, tras el Consell de Govern. De esta manera, en este próximo curso, que empieza en septiembre, volverá a haber tres evaluaciones con boletines de notas númericas del 0 al 10, como ha habido siempre antes de la Lomloe. Aun así, y con el fin de cumplir con la ley vigente, se incluirá una nota final cualitativa, basada en insuficiente, suficiente, notable o excelente.
El 15 de septiembre todos los centros escolares, los claustros de profesores y los equipos directivos tendrán a disposición esta resolución que previamente se habrá tratado con los sindicatos y patronales del sector público y concertado para atender sugerencias. De hecho, Vera ha señalado que el miércoles se reunió con sus responsables y notó «total predisposición, sin excepción», según ha destacado.
El uso de los criterios de evaluación, en todo caso, «serán opcionales» para los docentes, comentó el conseller. «Si un profesor quiere seguir usándolos podrá, pero en el GESTIB ya no será obligatorio rellenar el porcentaje para decenas y decenas de ítems», ha indicado. Él mismo criticó el método de evaluación de la Lomloe porque lo ha tenido que usar como docente antes de volver a la política.
La vicepresidenta de la Federació d'Associacions de Pares i Mares (FAPA) de Mallorca, Cristina Conti, cree que volver al modelo anterior no es una solución. «Avisamos de que la implantación de los criterios fue precipitada y que los docentes no tuvieron tiempo de formarse, pero los cambios de aprendizajes que propone la Lomloe implican cambios en la evaluación para que el alumno deje de ser calificado como un simple número», considera. Entiende que se tienen que modificar los criterios de evaluación, pero no volviendo al modelo anterior.
El presidente de ANPE, Víctor Villatoro, ha reaccionado a las pocas horas del anuncio afirmando que esta «simplificación de la evaluación» y el retorno a las notas numéricas responde a una de las demandas sindicales para reducir la burocracia que afrontan los docentes, lo cual ayudará a menguar las tareas administrativas y a entender mejor las notas.
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