Un estudio de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y la Universidad de Stanford ha estimado que el cambio horario, previsto para este domingo -a las 2.00 serán las 3.00 horas-, supone un ahorro energético del uno al cuatro por ciento «en el mejor de los casos», por lo que el horario de verano tiene un efecto «prácticamente insignificante» en el consumo eléctrico de Baleares.
Según ha informado este miércoles la UIB en un comunicado, el estudio ha sido publicado concretamente por el departamento de Economía Aplicada de la universidad balear y del Programa sobre Energía y Desarrollo Sostenible de la universidad estadounidense.
En él, los investigadores han tenido en cuenta varios modelos que tratan de explicar el consumo diario de energía eléctrica desde 2007 y hasta 2017 en cada uno de los subsistemas eléctricos (Mallorca-Menorca e Ibiza-Formentera) y en el conjunto de las Islas.
Además, una de las principales aportaciones del trabajo es la consideración, por primera vez, de la población flotante en un territorio.
Así, el estudio ha tomado como referencia a las Islas como ejemplo de sociedad de servicios --en contraposición de sociedades industriales, supuestamente más beneficiadas por el cambio horario--, pero se ha tenido que enfrentar a esta «dificultad» de tener en cuenta a la población flotante del archipiélago.
De este modo, los resultados muestran cómo el establecimiento del horario de verano no supone en algunos modelos un cambio estadísticamente significativo en el consumo eléctrico y que, en el mejor de los casos, este ahorro estaría entre el uno y el cuatro por ciento.
Además, se refleja «cómo el supuesto ahorro energético sería prácticamente inexistente incluso en los días y semanas posteriores al cambio de hora, tanto en marzo como en octubre».
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