Una turista este mes de octubre en Vila. | Irene Arango

La recuperación de las llegadas turísticas internacionales va a suponer el mejor activo de Baleares para atenuar los efectos de la desaceleración global y de ulteriores convulsiones de la economía. Esa fue una de los principales premisas esgrimidas durante la jornada de análisis de la situación económica actual organizada por la Fundació Impulsa Baleares junto con CaixaBank en Mallorca.

El economista Enric Fernández, director de Planificación Estratégica y Estudios de CaixaBank, participó en el desayuno empresarial a título de representante de la entidad financiera, patrono de la fundación y anfitrión en esta jornada. María Cruz Rivera, directora territorial de CaixaBank en Baleares ejerció de presentadora de un evento que clausuró la presidenta del Govern y del patronato de la fundación, Francina Armengol.

En el encuentro, que llevaba por título Condicionantes globales y movimientos pendulares: protagonistas del escenario macroeconómico, se valoraron los efectos que la inflación está teniendo tanto en el tejido empresarial como en las rentas de las familias, así como las fortalezas de las Islas para hacer frente al panorama de desaceleración y absoluta incertidumbre que se cierne sobre 2023.
«El contexto macreconómico actual está claramente dominado por unas presiones inflacionistas elevadas, persistentes y de carácter global que erosionan la renta real de las familias y presionan los costes de las empresas», señaló Fernández.

El economista jefe de la entidad financiera subrayó que «en un contexto tan incierto como el actual, cabe esperar una desaceleración de la economía española sin necesariamente caer en una recesión». Esa desaceleración, según precisó, se acercará al 1 %, mientras que la inflación se situará en un 4,5 % el año que viene.

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Blindaje

Por su parte, el director de Impulsa Balears, Antoni Riera, destacó la recuperación experimentada por Baleares este año, en gran parte por el mayor margen de crecimiento del archipiélago al haber sufrido más durante la pandemia. Ahora mismo, la reactivación de esta temporada constituye un auténtico blindaje contra «los aires recesivos» que flotan sobre la economía global.

«La recuperación de los flujos turísticos internacionales durante esta última temporada, así como del empleo, junto con los esfuerzos de las empresas para preservar su equilibrio financiero, devienen en aliados para hacer frente a los riesgos bajistas que subyacen del escenario global», matiza.

Por último, la presidenta del Govern cerró la jornada refiriéndose a la «la unidad de la acción pública y privada», la cual calificó de «esencial para construir un escenario de mayor fortaleza para el crecimiento y el empleo, así como lo ha sido para completar el nuevo Régimen Especial de Baleares, con la inclusión de desgravaciones fiscales que incentivarán la inversión privada y la competitividad».

Con todo, Armengol advirtió de que las Islas sufrirán «un invierno más complicado» de lo normal por los efectos de la inflación, aunque señaló que los flujos turísticos volverán a ejercer de apagafuegos con la llegada de la primavera, cuando se volverá a observar «un buen escenario», remarcó.