Añade que el mensaje que quieren transmitir es que «si no anulas con antelación suficiente, se te cobrará una cantidad de dinero por no venir y esto es legal porque de por medio hay toda una serie de costes laborales y productivos que se tienen que paliar de algún modo». Los restauradores de Mallorca y resto de islas comenzaron a cansarse de observar mesas vacías de muchos comensales que habían reservado y que luego no se presentaban. Este fenómeno se incrementó de manera especial durante la pandemia. «Hubo restaurantes que vieron como cerca del 30 % de las mesas quedaban sin cubrir porque las reservas realizadas no se cumplían. Esto ha calado hondo y se quiere cortar de raíz lo que en nuestro sector llamamos no show (no presentados)», puntualiza.
Robledo explica que «la idea no es ganar dinero con esta práctica, evidentemente, ya que en cualquier caso, la tarjeta de crédito solo es un medio de concienciación y una garantía de que el cliente se compromete a asistir o a avisar con tiempo». Restauración CAEB reconoce que «no podemos pedir un DNI como en otros negocios, así que lo lógico es actuar de forma similar a los hoteles, que siempre piden una tarjeta de crédito cuando haces una reserva y que solo te cobran cuando no apareces sin cancelar en el límite de tiempo establecido».
Muchos restaurantes de Mallorca utilizan el sistema de las Guías Michelin para asegurar las reservas que se hacen. Desde el inicio de la pandemia funciona la aplicación The Fork Manager, mediante la cual el restaurante recuerda la reserva al cliente, quien tiene la opción de confirmarla o no según su criterio. Según su estudio elaborado recientemente, cuando comenzaron a notar el aumento de las no presentaciones, el 50 por ciento de los clientes a los que preguntaron ni siquiera eran conscientes de lo que era un ‘no show'. El 17 por ciento confesó haberlo hecho, porque según la encuesta «no se les ocurrió cancelar», mientras que el 67 % de los restaurantes consideraba que el fenómeno se produce cuando el cliente tiene varias reservas para elegir la que mejor le conviene en el último momento.
Desde entonces, se han llevado a cabo diferentes jornadas de asociaciones de hosteleros en las que el problema de los clientes que dejan tirado al restaurante ha surgido con recurrencia. Es una tendencia que crece, aunque la medida de cobrar una señal representa solo a un 3,7 % de los negocios. Restauración CAEB todavía no quiere utilizar esta opción, porque la consideran una intromisión en materia de comercialización.
De momento, ha repercutido especialmente en restaurantes que ofrecen un menú cerrado, muy concreto, o de degustación para varios comensales, para grandes eventos y en fechas festivas clave cuando se organizan comidas de muchas personas, ya sean de empresa o familiares, en la que crecen las reservas y cuando no asistir sin avisar a tiempo genera unas pérdidas mayores. Robledo afirma que los restaurantes, de acuerdo con las reservas, «tienen que hacer acopio de todo tipo de productos para cubrir la demanda potencial y de reforzar las plantillas para dar mejor servicio».
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