La Sala de lo Contencioso del TSJIB considera que Fuster estaba obligado a abstenerse de resolver ningún trámite en esa oposición sin necesidad de que le recusaran previamente el resto de aspirantes afectados dada la presencia de su hija en la misma convocatoria. | Redacción Local
La Sala de lo Contencioso del TSJIB condena al Govern por la intervención del director general de Salut, Juli Fuster, en un proceso de selección de funcionarios al que se presentaba su hija. Da la razón a uno de los aspirantes, cuyo examen no fue calificado y que, cuando recurrió, se encontró con que sus alegaciones fueron desestimadas por el propio Fuster, quien tenía la obligación legal de abstenerse. El demandante y los familiares de Fuster se presentaron a un concurso oposición para cubrir plazas vacantes de facultativo especialista de área de anestesia y reanimación en el sector sanitario de Ponent de Mallorca en el año 2019. El aspirante que ahora ha recurrido firmó su examen. El tribunal entendió que así no lo podía calificar ya que, en teoría se exigía que las pruebas fueran anónimas para garantizar la igualdad entre los aspirantes. Ese requisito de anonimato no constaba en la convocatoria.
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