La ley que regula el impuesto también establece que el dinero podrá ir a dos de las líneas clave del Govern para el año que viene: actuaciones en políticas de vivienda destinadas a fomentar el acceso a la vivienda, y especialmente el alquiler social, con criterios de sostenibilidad energética, así como actuaciones para la construcción de residencias para la tercera edad.
A otros fines
El Govern ha desviado durante estos tres años los fondos de la ecotasa a gasto provocado por la pandemia, más de 220 millones de euros entre las previsiones de 2020 y las de 2021. Este año prevé recaudar 140 millones de euros, una cantidad muy parecida a la que figurará en las cuentas del año que viene, según fuentes del Ejecutivo.
El Govern recuperará para el año que viene la Comisión de Impulso del Turismo Sostenible, que es la encargada de aprobar el destino de los fondos de la ecotasa de una manera consensuada con el Ejecutivo. Forman parte de la comisión los consells, el Ajuntament de Palma, la FELIB, CCOO, UGT, CAEB, PIME, el GOB y otras cuatro entidades ecologistas, además del Consejo Agrario Interinsular.
La suspensión de esta comisión y el anuncio de que el dinero que pagan los turistas financiaría programas contra la pandemia provocó el año pasado la reacción tanto de los hoteleros como de los sectores ecologistas. Estos últimos han criticado además algunos de los fines a los que se destina el impuesto, como la construcción de viviendas, que será precisamente uno de los ejes del Presupuesto del año que viene.
Los hoteleros, por su parte, enviaron al Parlament un durísimo escrito de alegaciones en contra de que el dinero de los turistas no fuera a proyectos turísticos o ambientales. En él aseguraban que los clientes ignoran que durante tres años, desde 2020, lo que han pagado por el impuesto «se destinará a sufragar los efectos de la pandemia, desviándose de los objetivos para los que fue creado».
Desvirtuado
La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca aseguraba que había «comportamiento abusivo» y añadía que el impuesto quedaba totalmente «desnaturalizado y desvirtuado» con esa decisión. Lamentan la «escasa transparencia» del Govern con este impuesto al no reunirse la comisión que debe decidir los proyectos.
La recuperación de los fines ambientales y turísticos de la ecotasa, además de los otros destinos complementarios, supone la vuelta a una cierta normalidad presupuestaria, después de tres años con las cuentas completamente alteradas por las necesidades de la pandemia.
1 comentario
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Que gran mentira. La ecotasa jamas se ha usado con fines medioambientales, en 2019 solo el 10% de la partida en Ibiza tuvo un uso "eco". Le ha puesto este nombre al impuesto (que no tasa) para convencer al votante. Otro numerito de los politicos de turno.