Algunas personas se resisten a quitarse la mascarilla por miedo, inseguridad o complejos. | Freepik
El uso obligatorio de la mascarilla en interiores tiene los días contados, ya que a partir del 20 de abril decae esta restricción debido a la mejora de la pandemia de la COVID-19, aunque con excepciones. Aunque la mayoría de los ciudadanos han acogido con buena aceptación esta decisión del Gobierno, lo cierto que hay personas que son muy reticentes a quitársela y que tienen previsto seguir llevándola. El decano del Colegio de Psicólogos de Baleares, Javier Torres, ha precisado que hay que distinguir entre aquellas personas que tienen miedo a contagiarse y las que quieren tapar algún defecto estético. En el caso de los primeros, opta por respetar su decisión; pueden ser personas que han pasado la enfermedad y tienen miedo porque lo han pasado mal, o bien, porque son vulnerables o han perdido a algún ser querido. No obstante, ha advertido que habrá que estar muy pendientes de que no limiten sus interacciones sociales o restrinjan su vida social.
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