Una granja de vacas en Menorca.  | Josep Bagur Gomila

La Conselleria d'Agricultura, Pesca i Alimentación ha movilizado hasta 10 millones de euros para ayudar al sector primario y agroalimentario de Baleares, muy afectado por los efectos económicos derivados de la guerra en Ucrania. El conflicto, sumado al impacto de la pandemia, el virus de la lengua azul y la subida del precio de la luz, ha llevado al sector al límite. El plan de choque anunciado ayer por la consellera del ramo, Mae de la Concha, beneficiará a las 130 explotaciones lácteas de Balears que tienen vacas y a las 14 que producen con ovejas y cabras. También a las 2.650 empresas que componen el sector y a las 330 embarcaciones de pesca profesional.

Los 10 millones corresponden a diferentes ayudas, bonificaciones y exoneraciones del pago de tasas. Por una parte, se pondrá en marcha una línea de ayudas por un valor de 2,5 millones que irán al sector agrícola y ganadero para que haga frente al incremento de precios de los cereales, piensos, fertilizantes y otros productos no energéticos; además, se subvencionará hasta el 65 % del coste del transporte. Asimismo, habrá otra línea de subvenciones para el sector pesquero por un valor de 1,5 millones. «Las ayudas llegarán y se pagarán. Haremos todo para que el sector siga vivo porque es imprescindible para la vida», afirmó De la Concha.   

Por lo que respecta a las bonificaciones autonómicas, se exonera a las embarcaciones profesionales de pesca de pagar la tasa de suministro de agua y energía eléctrica y la tasa de almacenamiento. También se bonifica en un 50 % la tasa portuaria sobre los beneficios de la venta de pescado. Estas bonificaciones se aplicarán durante el primer semestre de este año y equivalen a unos 300.000 euros. Finalmente, se ponen a disposición 6 millones en créditos ISBA. Son préstamos de liquidez a 60 meses con un año de carencia, una bonificación del 100 % del tipo de interés, el coste del aval y los gastos de estudio.

Baleares recibirá del Estado 4 millones más en forma de ayudas directas a agricultores, ganaderos y pescadores, que también se beneficiarán de la rebaja de 20 céntimos por libro de carburante. Además, la Comisión Europea ha autorizado usar las superficies de barbecho (la tierra que se deja sin labrar para obtener una mayor producción a futuro) para sembrar sin que se penalice a los payeses a la hora de cobrar las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC). En las Islas hay 4.569 hectáreas de barbecho, 220 de las cuales son de regadío y, por tanto, se podrán dedicar a cultivos proteicos. El resto son terrenos de secano que se dedicarán al pasto.