Desde la Conselleria de Presidència han argumentado que el motivo por el que se ha adoptado esta decisión es porque se están realizando inspecciones de forma periódica y consideran que no es necesario llevar a cabo una específica. «Se siguen haciendo inspecciones, no se han dejado de hacer en ningún momento. Por ese motivo no se prepara ningún dispositivo especial para las cenas de empresa, ya que no se ha dejado de trabajar en materia de inspección», han manifestado.
En este sentido, las mismas fuentes han destacado que en la semana del 27 al 31 de octubre -los controles se realizan por semanas-, que incluye a gran parte del puente de Tots Sants, se han realizado 38 inspecciones, en las que se han levantado 37 actas. «Se sigue trabajando cada semana», han reiterado. Además de los inspectores del Govern levantan actas los diferentes Cuerpos Policiales.
Respecto a si el sector de la restauración, en particular, y los ciudadanos, en general, están cumpliendo las normas que siguen en vigor para frenar la pandemia de la COVID-19, desde la Conselleria de Presidència han respondido que «toda la ciudadanía está cumpliendo y buena prueba son los buenos datos sanitarios. Las inspecciones se hacen para que el incumplimiento de unos pocos no pongan en riesgo el esfuerzo de la gran mayoría».
Cabe recordar que el año pasado las cenas y comidas de empresa estaban limitadas a un máximo de seis comensales, por el que las que se celebraron fueron bastante atípicas. El sector de la restauración prevé que este año se recuperen estos eventos, que les generan ingresos muy importantes, aunque aún no pueden asegurar si se recuperarán los niveles prepandémicos.
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