Baleares ya prepara la logística para suministrar la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 a la población general, mayor de 70 años, tal y como aprobó este martes la Comisión de Salud Pública, un día después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) abriera la puerta a poner este refuerzo entre los mayores de 18 años.
De lo que no hay duda, señalan los expertos, es de que Salut tiene capacidad para esta nueva directriz de la campaña que ahora necesita fijar un calendario. En Baleares hay 129.737 personas de más de 70 años con la pauta completa, de las que habría que descontar las cerca de 4.000 que están en residencias y la habrían recibido, por lo que el recordatorio se pondrá a unos 125.000 ciudadanos. «Ya tenemos la experiencia de cómo hacerlo», advierte el portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz.
«La EMA dice que si eres mayor, vulnerable, tienes un problema inmunitario grave... hay que completar la pauta con tres dosis. Pero para el resto de población dice que se puede considerar», precisa. Y según esta apreciación del organismo europeo, las comunidades aprobaron el nuevo refuerzo para los más mayores que hoy se debe ratificar en el Consejo Interterritorial. «Europa ha comprobado la efectividad de la vacuna y también que los efectos adversos de una tercera dosis no son más importantes que los de las anteriores», dice.
De momento, la decisión afecta a los mayores de 70 años cuya segunda dosis se puso hace más de seis meses. Después se prevé ir bajando hasta los de 65, pero la decisión es más complicada ya que la mayoría se vacunó con AstraZeneca, mientras que el suero aprobado es de Pfizer. En el conjunto de España, se pretende suministrar el recordatorio junto con la campaña de la gripe. «Después de las residencias lo lógico es hacer algo similar a las primeras dosis e ir bajando por edad» advierte Arranz.
Para el jefe de Virología de Son Espases y miembro de comité de vacunas de Baleares, Jordi Reina, es un acierto. «Estamos a dos semanas de iniciar la campaña y es lo más fácil y lógico», considera. «El año pasado se decía que era mejor dejar de pasar dos semanas entre una vacuna y la otra pero ya se sabe que no hace falta esperar, se puede poner una en cada brazo».
El doctor Reina reconoce que fue uno de los primeros en pedir el tercer refuerzo para los usuarios de residencias. «Con el 100 % de este colectivo vacunado con dos dosis han empezado a aparecer nuevos casos, brotes, ingresos y alguna muerte, lo que indica que la protección es insuficiente, sobre todo frente a la variante Delta que ha entrado en los últimos meses», explica.
Con el tiempo el nivel de eficacia de las vacuanas puede disminuir. «Tras las dos dosis la inmunidad llega a un umbral muy alto pero con los meses vuelve a bajar por principio de ahorro inmunológico, porque no hay contacto con el virus, y es mejor poner un refuerzo», añade.
«Lo ideal sería que en vez de poner una tercera dosis de la misma vacuna, se utilizara una nueva actualizada con la cepa que circula ahora», asegura el doctor Reina. «La protección sería extraordinaria», dice, pero los laboratorios no la han puesto en circulación.
Este invierno, de momento, «no se sabe cómo evolucionará la pandemia aunque vamos a la baja». Jordi Reina cree que seguiremos viendo brotes y contagios «pero a niveles más bajos» y ve probable que «nos toque volver a vacunarnos con una composición de nuevas cepas».
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