Los focos de contagio fueron en el concierto de la plaza de toros y varias fiestas en s’Arenal.

«No hay muchos datos y es difícil decir si el caso índice del megabrote (el inicial) es o no de aquí. La primera persona que tuvo síntomas fue un monitor de un grupo de estudiantes, aunque también podría ser que lo hubieran originado otros asintomáticos. Lo que sí sabemos es que la infección no es por una mala situación de Baleares». El portavoz autonómico del comité de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, se muestra convencido de que el brote que afecta ya a cerca de medio millar de estudiantes de la Península que viajaron a s'Arenal para celebrar el final de curso fue importado.

Según comunicó este viernes el Govern, tras las investigaciones de los servicios sanitarios de rastreo, hubo varias situaciones a mediados de junio que favorecieron la propagación de los contagios. Uno de ellos el concierto de reggaetón en la plaza de toros de Palma, a cuya entidad organizadora ya se le ha abierto un expediente que puede terminar en una posible multa de entre 60.000 y 600.000 euros por infracción muy grave.

Además, se han detectado otros espacios de contagio como diferentes fiestas en la costa de s'Arenal de Llucmajor, tanto en party boats como en tierra, incluidos nueve hoteles, a los que se está investigando y algunos de los cuales ya han sido inspeccionados en las últimas horas. «Han venido personas infectadas sin saberlo y la transmisión se ha producido aquí. Nos ha tocado», lamenta Arranz.

De momento no hay ningún mallorquín contagiado en relación con los diferentes brotes que afectan ya a siete comunidades (Madrid, País Vasco, Castilla-la Mancha, Murcia, Aragón, Comunidad Valenciana y Galicia), así como el originado en Menorca, que ha afectado a jóvenes de Catalunya. Sin embargo, el hotel puente de Mallorca acoge a cuatro estudiantes de Guipúzcoa que dieron positivo en la Isla y no pudieron aislarse.

Ahora, Salut Pública está realizando el estudio de contactos a otros compañeros que todavía puedan estar en Mallorca, y ordenará el cribado entre los trabajadores de todos los hoteles donde estuvieron alojados, que realizarían los respectivos responsables de riesgos laborales, aunque «no esperamos encontrar más casos porque se cumplen las medidas de seguridad».

Poco más se sabe de un brote que todavía «está en evolución», según Arranz. Epidemiología del Govern ha encontrado otro foco en un equipo deportivo de Playa de Palma en edades similares aunque «no hay relación directa con los demás».

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Según el experto, lo sucedido entraba dentro de las probabilidades porque «ningún filtro elimina al 100 % la posibilidad de contagios». Los hechos responden a «un brote superdiseminador en un ámbito que promueve el contagio». Esto son espacios cerrados donde «se comparten bebidas, no llevan mascarilla o no se respeta la distancia de seguridad». Este especialista recuerda que «se ha visto de vez en cuando a nivel mundial».

Si algo positivo se puede destacar es que «a pesar de los muchos casos, son leves, y no afecta a la hospitalización», pero puede ser cuestión de tiempo que «un joven infecte a sus padres y terminen ingresados». En este sentido, el doctor Arranz ha destacado dos factores a considerar en la actual situación epidemiológica. Por un lado, «los jóvenes son los que se contagian ahora» y por otro, «los no vacunados por completo deben ser muy cautos, sobre todo si viven con jóvenes».

Además, el especialista explica que se están retrasando los diagnósticos y que los más jóvenes acuden al médico tras cuatro o cinco días de presentar síntomas. «Hay que recordar que son los mismos, y cuando los tienen deben aislarse de inmediato. Ahora hay presencialidad en los centros de salud así que no hace falta que vayan, que llamen», dijo. El consejo es el mismo para las personas que no han completado la vacunación e incluso para los que sí lo han hecho. Salut está estudiando cómo se contagiaron 200 positivos y pese a que el 89 % no estaba inmunizado, hubo 18 casos con una primera dosis y 11 con la pauta completa.

Cambia la incidencia

«La situación de este viernes no es la misma que la del lunes, se ha producido un repunte significativo de casos». Es otra de las observaciones que hizo el doctor Javier Arranz, pues si durante cerca de dos meses la incidencia acumulada no se ha movido de una media de 40 casos por 100.000 habitantes, ayer se situaba en 52,7 y la tendencia a siete días advierte que seguirá subiendo. «Si no paramos la alegría de vivir, sobre todo en la franja de edad más joven, podemos tener problemas», dijo Arranz, que endureció el tono a las puertas de las pruebas piloto en el ocio nocturno que se celebraron ayer en Eivissa y en Mallorca y justo el día antes de que el uso de mascarillas en exteriores, y con distancia social, deje de ser obligatorio.

LAS CLAVES:

«Con el toque de queda se hubiera controlado mejor»

El portavoz del comité de enfermedades infecciosas, Javier Arranz (imagen), fue rotundo con las consecuencias de la movilidad juvenil: «Si hubiera toque de queda esto (en referencia a los botellones) no se llevaría a cabo, o serían menos, porque el control sería mayor».

Las mascarillas en exteriores ya no son obligatorias

La detección de este megrabrote entre los asistentes a viajes de estudios coincide con la directriz de que desde hoy ya no es obligatorio el uso de mascarillas en exteriores si se respeta la distancia de seguridad, por lo que hay que ser más prudente.

El PP pide más policía que «evite desmadres»

La portavoz adjunta del PP en el Congreso, Margalida Prohens, reclamó al Govern este viernes más efectivos policiales y controles para «evitar desmadres» y lamentó la «mala imagen» que se puede trasladar sobre Balears como destino seguro.