Poco después de las 17.30 horas de saltaban todas las alarmas. La Policía Local de sa Pobla fue requerida para acudir a un inmueble ubicado en la calle Santa Catalina Tomàs número 43, donde tras penetrar por un patio exterior, los agentes localizaron los cuerpos sin vida de Guarda Ouchene, de 28 años, y de su hijo de 7, ambos de nacionalidad marroquí. Los cadáveres presentaban signos de violencia. El cuerpo de la mujer apareció ensangrentado en la cocina con un golpe en la cabeza, mientras que el del pequeño fue localizado en el comedor. Ambos murieron asfixiados. La sangre era de la madre, por su caída al suelo.
Todo apunta a que las víctimas llevaban un día muertas. Fueron los responsables del colegio donde cursaba estudios el niño quienes alertaron a la policía por su segundo día de ausencia de clase sin causa justificada, con el conocimiento además de que su madre había cursado una orden de protección por violencia doméstica.
Investigación
Rápidamente, agentes del Laboratorio de Criminalística y Policía Judicial de la Guardia Civil se personaron en el lugar y se hicieron cargo de la investigación. También se comunicó las muertes a la autoridad judicial de guardia en Inca.
Fuentes próximas a la investigación confirman que el principal sospechoso del doble asesinato es la expareja sentimental de la joven, con la que estaba en proceso de separación. El presunto homicida se entregó a los agentes de la Policía Nacional este lunes, poco después desaltar la noticia por la web de Ultima Hora. Los agentes le trasladaron a las dependencias de la Benemérita.
La fallecida había obtenido tiempo atrás una orden de seguimiento y protección por violencia de género, que ya había finalizado. Diferentes fuentes apuntan a que el hombre desde hace algo más de un mes había retomado el contacto con Guarda.
El programa de protección está pensado para las mujeres que interponen denuncias por violencia doméstica. La orden judicial afecta también a sus hijos. La protección se establece según el grado de riesgo que establecen los profesionales.
Relación
La tormentosa relación que mantenía Guarda con su marido era conocida en el pueblo, y en especial por la numerosa comunidad magrebí. Algunos vecinos relataron ayer que la última vez que vieron al presunto homicida fue el pasado viernes. Recordaban también que ella le denunció.
Hasta el lugar del suceso se desplazó, visiblemente afectado, el alcalde de la localidad, Llorenç Gelabert. También se congregaron una decena de familiares de las víctimas que permanecieron durante horas sentados en la acera, desolados y rotos de dolor.
A última hora de la noche de ayer, el juzgado de guardia ordenó el levantamiento de los cadáveres. Hoy está previsto que se practiquen las autopsias.
El asesino se arrepiente, llama a la policía y se entrega
El asesino confeso, marroquí de 36 años, fue detenido ayer en torno a las 21 horas en Palma. Al parecer, se arrepintió del crimen, llamó a la central policial y se entregó. Con suma celeridad, agentes del Cuerpo Nacional de Policía acudieron a un polígono de Palma, donde procedieron a su arresto. Acto seguido, traspasaron al detenido a sus compañeros de la Guardia Civil, que investigan el caso por su jurisdicción.
1 comentario
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Y luego a muchos,se les llena la boca,diciendo que la violencia de género,la violencia machista,no existe y es una invención y que las mujeres exageran y manipulan. Ahí tenéis,un caso más de machismo asesino.