El coronavirus ha roto en pedazos al sector turístico en Baleares tras tocar máximos históricos en 2019. En 2020, la llegada de turistas extranjeros se desplomó un 87,4 %, con 1,7 millones en total, frente a los 13,6 de la temporada anterior. El gasto turístico también registró una caída récord, un 87,6 %, ya que pasó de 14.878 millones a 1.837 millones, según datos de Egatur y Frontur.
Balears fue el destino vacacional español más afectado por la pandemia, que provocó que las Islas se situarán en cifras de llegada de visitantes de 1970. Esto da una idea del descalabro turístico y empresarial en cuanto a ingresos y destrucción de empleo.
Hasta el 14 de marzo, fecha en la que se decretó el estado de alarma por la COVID-19, las cifras de pasajeros en los aeropuertos de Palma, Maó y Eivissa y puertos se situaban por encima de 2019. El cierre del tráfico aéreo, portuario y el fronteras comunitarias distorsionó de raíz todas las previsiones, con una descenso radical de la llegada del turismo extranjero a Mallorca y resto de islas.
El plan piloto entre Mallorca y Alemania, que se puso en marcha el 15 de junio, reactivó temporalmente la llegada de turistas extranjeros. La decisión del Gobierno británico de implantar una cuarenta de quince a todos los que llegarán de Balears y que el Gobierno alemán decidiera el 15 de agosto calificar a la Islas como zona no segura, provocó la cancelación de reservas turísticas y programación de vuelos con Europa. Esta coyuntura incidió en que cerrara más del 80 % de la oferta hotelera en 2020.
La caída en picado de la llegada de turistas extranjeros tuvo el lógico impacto negativo en el gasto turístico. De los 14.879 millones de 2019 se llegaron a menos de 1.900 millones de euros el pasado año.
Esta coyuntura tan adversa afectó negativamente a toda la cadena de valor turística en las Islas, que se vio afectada de un día para otro por una situación impensable a principios de año.
El conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela, reconoció que la situación no era favorable «de ahí que hay que reconducir la situación sanitaria para recuperar la temporada alta».
5 comentarios
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Este turismo es chusma, no aportan nada, muy pocos, resto gente de mochila, pero todos modos este 2021, será peor que 2020, tenerlo en cuenta, despues de SEMANA SANTA, otra vez a tope contagios y muertes elevadas, mas lo que entrara en verano extranjeros hasta gorro de virus, a joderse.-
Sólo de pensar que va a volver a venir la chusma de cada año me entran náuseas... gente colocada al volante matando en la carretera, mafiosos ciclados haciendo sus trapicheos, prostitución de lujo, especuladores e intermediarios disparando el precio de la vivienda, espabilados con negocietes ilegales que se llevan la pasta calentita fuera del país y sin pagar un solo impuesto ni permiso, chulería y mal gusto por las calles, ruido, ruido y más ruido, y chumba chumba hasta en el último rincón de la isla porque, ey, Ibiza es la Capital de la Música... y te jodes.
Bastaría con mantener la grandes disco cerradas y abolir el todo incluido. Creo yo.
Si a como dice Antonio, pero en lo de más calidad, espero no sea aquellos que yo pensaba que eran de calidad y que tuvimos. Para mí ahora el cliente de calidad sería el familiar, el de parejas que vienen a ver Ibiza, sus playas su gastronomía sea un súper restaurante o un bar típico. Prefiero un cliente que visita el restaurante es pins que aquel va a un nikkie beach, sublimution y similares.
Tendríamos que aprovechar para cambiar el modelo turístico de saturación y insostenible que teníamos en 2019 y anteriormente para sostituirlo por un turismo de mejor calidad y menor quantidad. Así los residente no se verian afectados por la invasión que teníamos en temporada alta que afecta la calidad de vida y destroza el entorno.