La madre de Ana María Fernández, que vive en el cuarto piso del número 8a de la calle Caracas de Palma, se ha levantado sobre las 06.15 horas para ir a trabajar. «Ha oído un ruido muy fuerte en la cocina del quinto y a un niño pidiendo a gritos socorro. Mi madre ha oído ‘bum-bum-bum' en la cocina, que pega encima de la nuestra, y dice que puede que le haya caído una olla», explicaba esta domingo la mujer, que paseaba a sus tres perros por el jardín que hay debajo de su domicilio. «La madre del niño ha estado a punto de tirarlo por la ventana del desespero. Los bomberos llegan a tardar 15 minutos más y más de una persona aquí no lo cuenta».
Las llamas estaban devorando el quinto piso en el que residía la mujer con su hijo. «He salido al rellano para ver qué pasaba y como no podía subir por el humo que había he llamado a los bomberos. He pasado mucho miedo y agonía. ¿Sabes qué pasa? Que estos pisos tienen la cocina al lado de la puerta principal y si la cocina se prende fuego, ¿tú por dónde sales?», comenta Fernández.
Dos unidades del parque central de los bomberos de Palma y una de sa Teulera se han desplazado hasta el lugar de inmediato. Los efectivos han fracturado el cristal de un coche y lo han apartado para que el camión pudiera derribar un muro de ladrillo hasta llegar al patio del edificio y rescatar a las víctimas con una escalera. La mujer, extranjera de 42 años, se encuentra gravemente herida con más del 50 por ciento del cuerpo con quemaduras de segundo grado. El piso, que ha sido precintado por la Policía Nacional, se encuentra completamente destrozado.
Vecinos atrapados
José Luis Rodríguez y su esposa, María González viven en el quinto, delante de la mujer y su hijo, y se han quedado atrapados. El hombre ha escuchado el telefonillo y ha abierto la puerta un poco, pero ya tenía el fuego por encima de su cabeza. «He cerrado y le he dicho a mí mujer: ‘Fuego, fuego, fuego. Vete al cuarto». «La puerta ha parado el fuego, si no estaríamos tiesos», añade. «Es buena, está blindada», matiza una vecina.
«Yo escuchaba por la ventana del dormitorio cómo los vecinos le decían que no tirara al niño cuando aún no habían llegado los bomberos», dice María González. «Yo ya pensaba en poner la tabla de planchar por la ventana de mi cuarto con la ventana de la finca de al lado y pasar por ahí».
A las once de la mañana todavía había humo y algo de fuego en el piso, que pertenece al Institut Balear de l'Habitatge (Ibavi). Los vecinos han llamado a los bomberos y han acudido en un camión y un coche para sofocarlo. La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación del incendio. La mujer será trasladada al Hospital Vall d'Hebron de Barcelona por la gravedad de las quemaduras. Además, dos personas de la sexta planta, una de 25 años y otra de 32, han sido trasladadas por inhalación de humo al hospital Son Llàtzer.
3 comentarios
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No se menciona en el texto a la UII. Siempre llegan los primeros, cuando el fuego aun no es demasiado virulento, y se juegan la vida desalojando el edificio antes de la llegada de los bomberos.
Creo que te refieres a viviendas de las cuales el 80 por ciento no pagan (pero en el bar si se les ve), y no se preocupan por un mínimo mantenimiento, a pesar de que, si es que pagan, lo hacen por una cantidad muy baja. Quien quiere algo en la vida trabaja, sino, es lo que hay. Es mejor quejarse que buscar soluciones, pero desde luego, la solución es mover el culo uno mismo, salvo en muy penosas ocasiones. Esperemos que la madre se recupere pronto y con las menos secuelas posibles.
Si era del Ibavi ya sabemos su calidad. No tienen las mínimas calidades para su habitabilidad. Un vergüenza tener que vivir en 30 me....