Company presidió la reunión del Grup Parlamentari en la que hay muchas caras nuevas. A la cita, que se celebró en la sede del partido, acudieron los diputados de Menorca y Eivissa y la diputada en el Congreso, Margalida Prohens. | Jaume Morey

Gabriel Company comunicó ayer a los nuevos diputados del PP en el Parlament que continuará al frente del grupo y que se irá cuando él lo decida, «no cuando lo diga la prensa». Company había convocado a los diputados del PP a la primera reunión de trabajo –solo faltó María Antonia Garcías– y, aunque no lo dijo de forma expresa, los asistentes dieron por hecho que entrará en el Parlament y dará la réplica a Francina Armengol en el debate de la sesión de investidura.

La reunión estaba convocada para informar a los diputados de asuntos administrativos relacionados con el funcionamiento de la Cámara, así como de los procedimientos y condiciones que deben cumplirse a la hora de decidir si pueden acogerse a la dedicación parcial o exclusiva. Sin embargo, el president aprovechó el encuentro para insistir ante los diputados en que la decisión sobre el momento de su marcha la tomará él «y no la prensa».

Mensaje a los críticos

El presidente ‘popular' también lanzó un mensaje al sector crítico del partido, a pesar de que hasta ahora nadie se ha movido para cuestionar su autoridad y apenas se escucharon un par de voces críticas en la reunión celebrada por la dirección la semana pasada. Les desafió a que se presenten a un congreso: «No arrastra ni 20 votos».

El anunció de Company corrió como la pólvora por las filas del PP y algunos dirigentes de la formación no ocultaban su desconcierto ya que el propio Company les había comunicado su intención de irse si los resultados no eran buenos. El PP ha mantenido los cinco diputados de Eivissa y ha perdido cuatro diputados: uno en Menorca y tres en Mallorca.

En el PP estaban convencidos de que habría una retirada progresiva de Company, que abandonaría primero el Grup Parlamentari pasados unos meses y que tutelaría el partido hasta la celebración de un congreso con el fin de favorecer una sucesión ordenada. Él mismo lo había dejado ver durante la campaña electoral al asegurar que es un empresario que no necesita la política, a diferencia de Francina Armengol, a quien reprochó que llevara toda su vida de un cargo a otro cargo.

Sin embargo, desde que se supieron sus intenciones de no seguir en el Parlament, Company ha recibido numerosas llamadas de dirigentes de la formación, entre ellas la de Pablo Casado, para pedirle que continúe.

Aznar y Rajoy

Quienes defienden su continuidad señalan que el PP no puede entrar en una etapa de inestabilidad como la que pasó hace cuatro años tras la caída de José Ramón Bauzá. Argumentan, además, que la pérdida de las elecciones no tiene por qué implicar la marcha de Company y ponen como ejemplo los casos de Mariano Rajoy y de José María Aznar, que también perdieron elecciones antes de ser elegidos presidentes una legislatura después.

Las fuentes consultadas señalan que, si se queda, Company debe volver a presentarse al congreso ordinario de la formación, cuando se celebre, para repetir después como candidato dentro de cuatro años.

Esta opción pasaría por estar durante estos cuatro años en la oposición. Al respecto, el mensaje del presidente a los diputados del PP fue claro: hay que empezar a hacer oposición «desde el minuto cero», según explicó el secretario general del PP, Toni Fuster.