«Pepe, dame dos minutos para el ‘Palma Arena’, que hay un escrito». El juez José Castro entraba por el pasillo de su juzgado en torno a las diez de la mañana. Parecería un día normal por la frase de Ana Moreno, una de las funcionarias que tramita la macrocausa desde hace una década, pero era la última jornada de Castro como juez. En su última mañana tras 27 años en Instrucción 3 de Palma, el magistrado se despidió de medio edificio, tuvo un juicio sorpresa, condenó a un ladrón de gambones congelados y le devolvió el pasaporte a Jaume Matas.
El instructor más fiero se emociona
También en Noticias
- «A Ibiza vienen los jueces y funcionarios que no tienen más remedio y se van a la mínima que pueden»
- «Vendía un millón de pastillas de éxtasis mensuales en Ibiza»
- Noche de pesadilla en un vuelo de Ryanair hacia Ibiza
- Infierno en el paraíso de Ibiza: una temporada más de colapso en el mirador de es Vedrà
- Verano 2024 en Ibiza: circula con el coche por el paseo marítimo de Santa Eulària lleno de peatones
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Pues a descansar y a disfrutar Señoría, un placer saber que hay Jueces imparciales, que no miran los nombres de los encausados.., hasta siempre..