Aunque en su intervención el diputado de Més per Menorca Josep Castells no se extendió mucho sobre estas razones (se limitó a mostrar su malestar por las concesiones a Podemos), Nel Martí dijo a este diario que los partidos del Govern no le habían tenido en cuenta a la hora de fijar el techo de gasto de los Presupuestos ni a la hora de afrontar el incremento de la ecotasa. Biel Barceló reconoció que había que mejorar la comunicación con Més per Menorca. Antes de pleno, la propia presidenta Armengol conversó con Martí, pero no logró que cambiara el sentido de su voto.
Lo que ayer aprobó el Parlament balear, mediante la convalidación de un decreto del Govern, fue recuperar un artículo de la ley que ‘cayó' cuando la ley se aprobó en julio y que impedía aplicarla. Podemos logró entonces tumbar el artículo que anulaba la parte fundamental de la norma sobre el alquiler turístico que se aprobó en época del PP y que dejaba en la alegalidad el alquiler de pisos en plurifamiliares. Toda la nueva regulación se basa en permitir el alquiler en bloques de pisos aunque supeditándolo a determinadas zonas que, en caso de Palma, decidirá su ayuntamiento y en el resto de municipios los consells.
Además, el decreto convalidado ayer (PSIB, Podemos y Més per Mallorca votaron a favor; PP, C's, PI y la diputada Seijas votaron en contra y Més per Menorca y la diputada Huertas se abstuvieron) introduce algo que no preveía la ley: la declaración de emergencia en materia de vivienda en un municipios, distrito o Isla que impediría alquilar a turistas cuando no se han resuelto los problemas de vivienda de la población residente. Fue una exigencia de Podemos y ayer sacó pecho de este asunto, que según el diputado del PP Miquel Jerez «es una exigencia absurda de un grupo que tiene contra las cuerdas al Govern y que lo va a tener toda la legislatura.
El PP y el PI coincidieron en tildar de ‘ley Frankenstein' la regulación que ayer aprobó el Parlament. Jerez y Melià (PI) incidieron en que se mantendrá la inseguridad jurídica y que no se despejan las dudas. Según Jerez el decreto que ayer aprobó el Parlament (pactado durante el verano) sólo tiene por objetivo «salvar a Biel Barceló», pues su gestión había quedado muy tocada. «Ríndase y déjelo», le espetó.
«No, no les daré ese gusto, no me rendiré y continuaré con mi compromiso con el Govern», dijo el vicepresidente y conseller de Turisme que señaló que la ley ya había tenido sus efectos positivos, que las plataformas de comercialización ya habían dado de baja los alquileres que no cumplían las condiciones y que «por primera vez en la historia hemos fijado un techo de plazas». Barceló recordó que los consells ya trabajaban en la zonificación y que «el tope de plazas será de 623.000» y nunca subirá de allí.
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