Un equipo de Bombers de Mallorca, en una foto de archivo, en plena acción.

Mallorca vive una auténtica fiebre para ser bombero. El Consell convocó once plazas y se presentaron 555 aspirantes. Hacía más de diez años que no se convocaban. Ya sólo quedan 174 aspirantes en liza. La institución resuelve este miércoles las alegaciones de 76 opositores que han sido suspendidos y quieren seguir adelante. El próximo julio se realizarán las pruebas físicas con los supervivientes y, como último reto, la evaluación psicológica, que todavía no tiene fecha.

Carmen Palomino, responsable de Funció Pública del Consell, considera que «no son demasiados estos 555 aspirantes, teniendo en cuenta que no convocábamos desde el año 2005. Son las restricciones que nos ha impuesto el Gobierno central a las administraciones locales. Solamente podemos reponer las plazas de los bomberos que se jubilan».

La intención de Palomino «es establecer un bolsín con los aspirantes que obtengan buenas calificaciones pero que no hayan podido quedar incluidos entre los once aprobados. Pensamos que algunos podrían quedar como interinos y confiar en nuevas convocatorias en los próximos años. Veremos si eso va a ser posible conforme a lo que determine el Gobierno central».

En los últimos meses los aspirantes han sido sometidos a diferentes pruebas, con los consiguientes descartes. En la prueba previa de conocimiento del catalán ya hubo 74 excluidos. Más tarde se celebró una prueba psicotécnica. Hubo un total de 383 ‘supervivientes’. Hace pocas semanas tuvo lugar la prueba teórica, con 147 aprobados y 222 suspendidos. Este jueves el Consell resuelve las alegaciones de 76 de estos no aptos.