Es la primera vez que se dispone en las islas de una vivienda destinada específicamente a jóvenes que cumplen la medida judicial de Convivencia en grupo educativo.
La consellera de Servicios Sociales y Cooperación, Fina Santiago y la directora general de Menores y Familias, Marta Carrió, han visitado el piso de Convivencia, junto con la gerente del IBAVI, María Antonia Garcias y el director del centro de Instituciones de CaixaBank, Hilario LLabrés.
A partir de la próxima semana se empezarán a ocupar las ocho plazas de que dispone el primer piso destinado a jóvenes con medidas judiciales de Convivencia.
Se trata de una vivienda con capacidad para ocho personas donde los menores jóvenes infractores cumplirán esta medida de medio abierto en grupo educativo que les han impuesto los jueces.
Es la primera vez en las islas que se dispone de este tipo de vivienda ya que hasta ahora el cumplimiento de estas medidas judiciales no privativas de libertad se llevaban a cabo en los centros socioeducativos de internamiento Es Mussol y Es Fusteret, situación que dificultaba la tarea educativa con los menores y distorsionaba el funcionamiento de los centros.
La puesta en marcha del piso supone, por una parte, ajustarse a ley y crear nuevos recursos especializados para el colectivo de jóvenes con medidas judiciales y, por otra, reducir la presión sobre los centros socioeducativos.
La Conselleria de Servicios Sociales y Cooperación destinará 389.000 euros anuales a la puesta en marcha, gestión y mantenimiento de esta vivienda, que ha sido cedido por el Instituto Balear de la Vivienda (IBAVI) y cuenta con la colaboración de la Obra Social «La Caixa», que ha aportado 8.000 euros destinados a mobiliario interior.
La vivienda está situada en Palma, tiene cinco habitaciones, un despacho, dos salas, dos baños y una cocina.
Un equipo de siete profesionales formado por educadores, auxiliares técnicos educativos y un coordinador serán los responsables de la ejecución de la medida judicial de Convivencia por parte de los jóvenes que convivan en el piso.
Se trata de una medida que proporciona al joven un ambiente socializador positivo a través de la convivencia, durante un período de tiempo determinado por el juez, con un grupo educativo que se ofrece a cumplir la función de la familia en cuanto al desarrollo socioafectivo del menor y tiene como finalidad que los jóvenes aprendan a convivir, compartir y asumir responsabilidad.
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