Así lo han explicado el conseller de Hacienda y Modelo Económico de la Generalitat Valenciana, Vicent Soler, y su homóloga en el Govern, Catalina Cladera, en una rueda de prensa tras la reunión de trabajo mantenida en Valencia para analizar la reforma del sistema de financiación.
Soler ha explicado que la reunión responde a la necesidad de «buscar alianzas en un tema capital para los dos gobiernos y las dos sociedades», dado que la situación actual es «inasumible» y es especialmente perjudicial para las comunidades del «eje mediterráneo», como Cataluña, Balears, Comunitat Valenciana, Murcia, Andalucía e incluso, aunque «a otro nivel, a Castilla La Mancha», ha dicho.
El conseller ha defendido que no se pueden aceptar más «parches» al modelo de financiación, sino que hay que cambiarlo para poner fin a la «asimetría vertical» que existe entre el Ejecutivo central y las comunidades autónomas.
Ha explicado que el nuevo modelo debe garantizar la prestación de servicios públicos fundamentales «los preste quien los preste» bajo los principios de «equidad, eficiencia y solidaridad», al tiempo que ha criticado que la Comunitat Valenciana y Balears son las regiones más perjudicadas por «el mal llamado fondo de suficiencia global» en un concepto por el cual la primera pagará este año 1.329 millones y la segunda 647 millones. Así, cada valenciano abonará «casi 260 euros» y cada balear 582, ha precisado.
Soler ha comentado a su homóloga balear la interposición de un recurso de inconstitucionalidad a la ley de Presupuestos Generales del Estado de 2016, que entre otras cuestiones «pretende anular la transferencia negativa que supone ese fondo de suficiencia» y ha destacado que si esta acción tiene éxito las dos comunidades más favorecidas serán precisamente la valenciana y Balears.
Por otra parte, también han abordado la necesidad de una solución a la deuda «astronómica» acumulada, que en Balears se sitúa en casi un 30% del PIB y en la Comunitat asciende al 40%.
«Es una alianza natural, no tiene nada de forzado», ha dicho Soler, que ha mostrado su disposición a reunirse con otras regiones como Murcia, gobernada por el PP, algo que «estaría muy bien para mostrar que esto no es un tema partidista, es un tema de la sociedad».
El conseller ha instado a «luchar contra el aislamiento de cada una de las comunidades en esta lucha por el sentido común y por la aplicación de los principios constitucionales de equidad, eficiencia y solidaridad, que no se aplican ni en territorio valenciano ni en el balear».
Un «desajuste histórico»
Por su parte, Catalina Cladera ha señalado que esta es una reunión de trabajo en vísperas de la cumbre de Mallorca para marcar la «ruta de trabajo» para abordar la reforma «inmediata» del sistema, necesaria tras «muchos años» en los que la infrafinanciación se ha ido «agravando» y hace que las comunidades no puedan prestar adecuadamente los servicios públicos que les corresponden.
Además, ha asegurado que esta situación ha generado «deudas insostenibles» y que las comunidades no puedan cumplir el objetivo de estabilidad presupuestaria. Ha abogado por una reforma «totalmente diferente a lo que ha habido hasta ahora», un sistema más transparente y «lealtad institucional desde el Estado a las comunidades para resolver los problemas de sus autonomías».
«Balears está muy infrafinanciada», ha recalcado Cladera, que ha mostrado su esperanza en que se sumen a esta alianza otras regiones como Murcia, Castilla La Mancha o Madrid, en lugar de ir «por su cuenta».
Preguntada sobre cuál es el modelo de financiación que propone Balears, la consellera ha dicho que se está trabajando en él pero sí ha querido remarcar que «se ha de cumplir el principio de ordinalidad» en función de los recursos que genera la región, sin olvidar la solidaridad, junto a la corresponsabilidad fiscal para ajustar la capacidad fiscal al nivel de gasto que cada autonomía decida, ha dicho.
Respecto a la posibilidad de que Balears interponga un recurso similar al planteado por la Comunitat, ha dicho que no se ha planteado aún porque confían en que se reforme el sistema y ha agregado que quieren plantear al Gobierno que se pueda condonar una parte de la deuda para compensar la infrafinanciación.
Asimismo, ha indicado que no se «resignan» a que no pueda ejecutarse la reforma en 2016 porque confía en que se pueda plantear este año y, si a lo largo del ejercicio no pudiera ejecutarse, se podrían ejecutar reformas en cuestiones como las liquidaciones o en la fiscalidad.
Complicidades
Soler y Cladera han negado que esta alianza pretenda convertirse en una especie de 'lobby' en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y el conseller valenciano ha apuntado que en su seno sí han descubierto «afinidades» porque «las evidencias de la situación injusta eran compartidas» ante el «muro impenetrable» del ministro.
Soler ha apuntado que hay «predisposición» a hablar con otras comunidades y se ha mostrado convencido de que acabarán haciéndolo, pese a que «cada comunidad tiene un perfil», poniendo énfasis en los «problemas básicos» comunes a todas ellas.
Futuro gobierno
Preguntado sobre el hecho de que Pedro Sánchez no mencionara este martes entre sus líneas estratégicas la financiación, Soler ha apuntado que «cualquier gobierno, Pedro Sánchez también, sabe que este es un tema crucial y problemático para el que gobierna». «Seríamos ingenuos políticamente hablando de no tenerlo en cuenta», ha agregado.
Ha explicado que ha hablado sobre esta cuestión con el secretario general socialista y ha incidido que la financiación hay que pelearla «en todos los frentes», también en el partido.
Ideología «recentralista»
Soler también ha querido remarcar que existe «un juego perverso» cuando se habla de que «las comunidades malgastan» y ha asegurado que se produce «una perversidad conceptual» por parte de una «ideología recentralista», con un lenguaje que «manipula la realidad».
«Evidentemente que se ha malgastado y en Valencia muy mal en muchas cosas, porque moralmente y políticamente cuanto menos dinero viene mejor se ha de utilizar, pero ahora «se han reordenado las prioridades» y el problema es de ingresos, no de gastos. «Estamos con un nivel de austeridad brutal», ha incidido.
A su juicio, recurrir a este argumento es una «excusa de mal pagador» porque pese a ese mal uso «es evidente que llegaba menos dinero» y los perjudicados han sido los valencianos, con los barracones escolares como «icono» de la infrafinanciación y «el mal uso del dinero».
Ha incidido en que existe un «problema gravísimo» por la infrafinanciación y «si eso no se soluciona algunos millones de españoles tendrán qué decir, deberemos hacer alguna cosa para que eso no pase: cinco millones de valencianos están maltratados sin motivo alguno».
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