Francina Armengol ha convocado una reunión extraordinaria del Ejecutivo para aprobar el decreto ley que deja sin efecto buena parte de la normativa urbanística y turística del anterior Govern presidido por Bauzá. | Teresa Ayuga

Fin al ‘bauzanismo' urbanístico. El Govern de izquierdas pone este martes por decreto la puntilla a la mayor parte de las medidas urbanísticas y territoriales aprobadas por el Ejecutivo de José Ramón Bauzáen la anterior legislatura. Se congela la liberalización del suelo rústico para permitir su edificación o la posibilidad de ampliar hoteles sin atender a lo que establecían los planeamientos municipales.

Francina Armengol reúne de urgencia a su Govern para aprobar de forma extraordinaria un decreto ley de medidas urbanísticas que deja sin efecto los artículos más controvertidos de tres leyes clave del anterior president: la Ley del Suelo, la Ley Agraria y la Ley del Turismo.

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No se podrán ampliar plantas hoteleras en zonas maduras ni se autoriza el cambio de uso de los hoteles, y no se podrá construir grandes equipamientos deportivos, como campos de golf o de polo, en suelo rústico. Eso, por lo que respecta a la Ley del Turismo porque también se congelan las disposiciones de la Ley Agraria que permiten las segregaciones de parcelas por debajo de la parcela mínima agraria o forestal.

Por lo que respecta a las modificaciones en la Ley del Suelo, se modifica la Ley de Suelo Rústico para prohibir que se pueden construir viviendas de más de 450 metros y se impide la construcción de viviendas en las Áreas Naturales de Especial Interés (ANEI) de Eivissa y Formentera.

La mayor parte de estas disposiciones quedan en suspenso hasta el 30 de diciembre de 2017, lo que significa que el Govern se da dos años de plazo para modificar estas leyes de forma definitiva.