La temporada 2022-23 de LaLiga Santander ha arrancado este viernes en el Estadio El Sadar de Pamplona, punto de inicio del primer partido de una campaña en la que el Real Madrid defenderá el título amenazado por el renovado FC Barcelona y un Atlético de Madrid que quiere volver a dar batalla.
Osasuna y Sevilla serán los encargados de alzar el telón de un campeonato doméstico que concluirá más tarde de lo habitual, a principios de junio, debido a la celebración del Mundial en Catar, que detendrá la competición desde el 10 de noviembre hasta los últimos días del año. Un parón que puede jugar un papel clave en el desarrollo de una Liga que se vuelve a presentar emocionante pese a la llegada de pocas figuras nuevas, salvo la del polaco Robert Lewandowski.
El Real Madrid intentará defender con éxito esta vez su trono, algo que no logra desde el doblete de 2007 y 2008, aunque en los últimos tres años ha sido muy regular, con dos títulos (2020 y 2022) y un subcampeonato en el que llegó con opciones a la última jornada.
Con Carlo Ancelotti reforzado tras su exitosa vuelta al banquillo, con muy pocos retoques (Antonio Rüdiger y Aurelien Tchouameni) y con el disgusto de no haber podido traer finalmente a Kylian Mbappé, intentará que su bloque ganador y experto, liderado por Karim Benzema y Vinicius Jr, vuelva a mostrar su carácter competitivo en una temporada muy cargada y que no será seguramente tan cómoda como la última, donde prácticamente dominó sin excesivos problemas.
Y es que el FC Barcelona ha decidido reforzarse mucho para volver a estar en la primera línea de todas las competiciones. La activación de sus palancas económicas le ha permitido a Joan Laporta y Mateu Alemany poder ofrecerle a Xavi Hernández un equipo de nivel para pelear por todo de nuevo tras un duro año en blanco.
El de Terrassa cumplirá su primera temporada completa con una plantilla a la que ha llegado uno de los mejores ‘9' de Europa como es el polaco Robert Lewandowski. Junto a él, el prometedor brasileño Raphinha y una mayor fortaleza atrás con las llegadas de Jules Koundé y Andreas Christensen elevan el nivel de un Barça ambicioso y que quiere recuperar el nivel nacional que dejó de tener en la campaña de la pandemia.
En la terna de candidatos quiere estar también el Atlético de Madrid, que lo fía casi todo al bloque que construyó el año pasado y sólo retocado por los fichajes del belga Axel Witsel y del argentino Nahuel Molina, además de la vuelta de Álvaro Morata, que finalmente parece que se quedará tras su buena pretemporada.
A la espera de que Joao Felix explote por fin y de que Antoine Griezmann recupere el nivel de su primera etapa, los de Diego Pablo Simeone esperan estar más cerca que la pasada temporada, donde se quedó a 15 puntos del Real Madird, de sus dos principales rivales y volver a incordiarles todo lo posible.
El Sevilla quiere protagonismo
Por detrás de los tres teóricos principales candidatos, el siguiente grupo se ha igualado bastante con el objetivo de intentar hacerse con la cuarta plaza que da acceso a la Liga de Campeones y que es la que debería quedar libre como los últimos años.
El Sevilla, que ha perdido a dos piezas claves como Jules Koundé y Diego Carlos y que se aferra a la ilusión de la llegada de Isco, espera ser el que encabece esa batalla que ha ganado en las últimas temporadas, amenazado por su vecino Betis, con el listón alto tras su gran pasada temporada en la que conquistó la Copa del Rey.
La Real Sociedad, que iniciará la Liga sin su referente, Mikel Oyarzabal, aún recuperándose de su grave lesión de rodilla, y el Villarreal buscarán estar también en ese tren europeo en el que quieren estar enganchados un Athletic Club que se encomienda de nuevo a Ernesto Valverde y un Valencia que inicia su enésimo proyecto bajo la dirección de Gennaro Gattuso.
El Celta, con problemas internos por los casos de Denis Suárez y Santi Mina, y el Getafe se han reforzado bien para mirar más hacia arriba que hacia abajo, al igual que un Espanyol que se agarra a su pareja Raúl de Tomás-Joselu y a su nuevo técnico, Diego Martínez, para aspirar también a objetivos más ambiciosos.
Osasuna querrá seguir mostrando su solvencia desde su regreso a Primera y continuar sin pasar apuros en una permanencia que como siempre estará muy reñida con Elche, Rayo Vallecano, Mallorca, Cádiz y los nuevos inquilinos de la competición: la UD Almería, el Real Valladolid y el Girona.
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