Los azulgranas, con más control del juego y más rodados, golpean primero esta temporada en un duelo que se pareció, en la primera mitad y en rivalidad, a un Clásico oficial, un ritmo que fue disminuyendo conforme los técnicos introdujeron sus respectivas avalanchas de cambios. Xavi y Ancelotti pusieron toda la carne en el asador con sus 'onces'. Así, debutaron Tchouameni y Rudiger como titulares en un Real Madrid con las bajas de Benzema y Carvajal, y con el experimento de Rodrygo como falso '9' como principal novedad.
En el Barça, el de Terrassa no se dejó nada en el inicio, alineando a Lewandowski de la partida para examinar la ilusión que ha generado el polaco, que formó parte de un tridente, junto a Raphinha, que aportó brío, y Fati, que genera mucha expectación entre el aficionado azulgrana. Estos estuvieron apoyados en la veteranía de Busquets y la osadía de los jóvenes Pedri y Gavi, en el centro del campo.
Con esos equipos titulares, el ritmo no podía ser otro que muy frenético. Y ya avisó el delantero ex del Bayern con un primer acercamiento en el minuto 11 por la parte derecha, en un disparo que pudo atajar Courtois. El Real Madrid, algo más encogido en los primeros minutos, supo desperezarse gracias a un potente y violento disparo de Valverde que se estrelló en el palo.
Esto pareció despertar al Barça, que impuso más velocidad con el balón para crear las ocasiones más claras del primer tercio del duelo. Así, tres minutos después del aviso del uruguayo, Ansu Fati la tuvo en sus botas tras un pase de Pedri, que aprovechó un error de Camavinga dentro del área, pero el extremo español tiró demasiado desviado.
El conjunto catalán siguió empujando y encontró su premio. En el minuto 27, el brasileño Raphina se benefició de un mal despeje de Miltao cuando intentaba sacar el balón en la frontal, para controlar el esférico y rápidamente empalar un disparo directo a la escuadra de la meta que defendía Courtois. El '22' azulgrana desnivelaba el Clásico con un golazo, que enfrío a los merengues.
Bajada de ritmo en la segunda parte
Ambos equipos comenzaron a notar el cansancio -era el primer encuentro del curso de los blancos y el tercero del Barça-. Sin muchas ocasiones desde el único tanto del partido, fue una tangana con Vinicius, Jordi Alba y Busquets como protagonistas la que 'animó' el duelo. El brasileño dribló hasta a tres futbolistas antes de ser derribado por el lateral con una entrada en la frontal.
Con ese ambiente caliente se llegó al descanso. Ancelotti introdujo seis cambios, mientras que Xavi dio entrada a cinco nuevos futbolistas. Con los 'onces' totalmente renovados, el ritmo y la presión bajaron, y se vio una segunda mitad con más imprecisiones. Asensio, que sustituyó a un frío Hazard, tuvo el empate nada más arrancar, pero su disparo se fue muy desviado. Kessié, ya en el minutos 72, también gozó de una buena ocasión a pase de Sergi Roberto, pero Courtois, a un nivel excelso en el primer partido del curso de los blancos, paró su flojo disparo.
De hecho, el belga adquirió aún más protagonismo en la recta final del encuentro con dos paradas de mucho nivel a Dembélé, a quien detuvo un mano a mano, y a Depay, cerrando otro recita, de mostrando que vuelve con el mismo listón con el que terminó la pasada campaña.
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